Hola Bowman. Para nada me he sentido molesto con tu comentario, todo lo contrario. Has expuesto un problema que se os presenta y estoy totalmente de acuerdo contigo en que es una cabronada.
Efectivamente la excesiva comercialización de la caza tiene sus efectos negativos y me temo que los estáis padeciendo en primera persona. Puedo llegar a entender que vender acciones de caza a forasteros o la realización de batidas ha supuesto cierto alivio económico en las arcas de muchos cotos, máxime en la época en la que había que pagar escandalosas cuotas de seguros de para cubrir las indemnizaciones por accidentes con fauna. Cierta comercialización de los recursos cinegéticos puede tener, por tanto, un lado positivo.
Ahora bien, lo que no tiene cabida es la limitación o prohibición de ciertas modalidades menos populares o rentables, como lo es la espera de jabalí, para favorecer otras como las batidas. Eso, como digo, es una cabronada y no se debería consentir. Lamentablemente, los esperistas tenemos las de perder en esta batalla, pues somos pocos y, por lo que observo con frecuencia, no siempre bien avenidos. La mejor solución que se me ocurre ante estos atropellos es, como se propone, la unión en una asociación que se haga oír ante los despropósitos de la Administración y la codicia de ciertos gestores. Mientras vayamos como pollo sin cabeza, cada uno por su lado, somos carne de cañón para que hagan y deshagan a su antojo.
Espero, que se arregle todo y podáis disfrutar de esta maravillosa modalidad sin problemas lo antes posible.
Un saludo.