¡Desde luego!
E tenido varios calibres, ahora un 338 y un 270, y la verdad es que si no es para montear, el 338 se queda en casa.
Tengo una confianza ciega en el 270, porque me a demostrado que la puedo tener, abatiendo en espera con el cochinos de buen porte.
Y no hablemos de lo agradable que resulta disparar con el.
El invierno pasado me pedía el cuerpo llevarmelo a una montería que sabía que se iba a dar bien, y eso hice; pues bien, me entraron tres cochinos juntos de los que cayeron dos de dos disparos y no dijeron ni mu, mas tarde un venado por el mismo sitio cayó sobre su sombra.
Por la tarde me preguntaba....¡realmente necesito el 338?
saludos.