Buenas tardes:
Después de mucho tiempo leyendo me he decidido ingresar en el foro.
Aunque soy relativamente joven llevo ya en esto de la caza 25 años... Como muchos de vosotros empece de morralero, acompañando a mi padre a monterías en Extremadura, aquello si que eran monterías! Quien no recuerda aquellas noches de viernes y sábados sin pegar ojo de los nervios? Y eso que aún no podía disparar. Lo que más se apreciaba de aquella época es que las monterías eran cacerías que se realizaban entre grupos de amigos. Cada día sabias quien estaba en el puesto de la derecha e izquierda, y aunque muchos fines de semana no pegases ni un solo tiro era diferente.
Poco a poco me fui haciendo mayor y mi padre me dejaba tirar esporádicamente...primero un zorro, luego unas ciervas, tu primer venado y...tu primer cochino! En ese momento la droga ya está completamente metida en las venas y sabes que nada ni nadie te va a quitar esta afición.
Que pena que con el paso del tiempo las monterías fueron degenerando...llegaron los autobuses de franceses e ingleses, los tiroteos, los nuevos ricos, los silbidos de balas (a quién no le ha pasado¿?), los engaños, los "chanteos"...hasta qué un día ocurre un accidente en un montería en la que tu estas. Y piensas...a la mierda, yo no vuelvo! Y así fue...le cogí tanta tirria a las monterías que hasta 3 años estuve sin cazar.
Afortunadamente un amigo de mi padre, que tenía un coto en Guadalajara me solía intentar convencer para que fuese a repechar un corzo. Yo pensaba, que coñazo, madrugar tanto y luego nunca cazan nada...hasta qué consiguió convencer, junto a mi padre para ir un fin de semana. Y madre mía..en bendita hora me invito. Tuve la suerte del principiante y en el segundo rececho conseguí hacerme con un seis puntas. Eso si que me pareció mágico. La primavera, el cantar de los pájaros, los amaneceres...y sobre todo la satisfacción de cazar un animal de tu a tu sin más ayuda que tu instinto.
A raíz de ese día la enfermedad fue en ascenso y me metí de lleno a coger cotos, precintos, leer mucho y pasarme todo el año esperando que llegase el 1 de abril (antiguamente 1 de mayo).
Y no fue hasta el año pasado cuando no me inicie en esto de las esperas. Como pude ser tan tonto? Siempre tuvimos un pequeño coto en la sierra de San Pedro que sólo utilizamos para la berrea. A partir del año pasado colocamos puestos, y este año (arrastrado en parte por mi primo) hemos pasado una de las mejores temporadas que recuerde. Muchas noches en vela y pocos jabalíes en el suelo pero no hay nada comparable al sentir un cochino en abierto por la noche. Es una obsesión, que, imagino vosotros también tenéis, motivo por el cual he decidido ingresar en este foro y compartir todas mis alegrías y penas y por que no, aprovecha de de vuestra sabiduría.
Os pido disculpas por la parrafada, muchas gracias por acogerme.
Abrazos