Los ecologistas, perdón los terroecologistas, deberían sacar lecciones aprendidas de este ejemplo, absolutamente objetivo y real...
Nunca hubo más caza en España, nunca estuvieron más mimados los ecosistemas por propietarios, si es que un ecosistema puede tener propietario, como cuando la caza se convirtió en un interés económico...
Parece que en Kenia pudiera ser lo mismo, como en tantos otros sitios donde sin que haya habido una ley que haya prohibido la caza se usó este arte, esta forma de entender la vida, para conseguir el mayor esplendor de la naturaleza.
A mucha gente le resulta mentira pensar en el amor de los cazadores a los animales cazados, sólo los cazadores entendemos cuando, en los videos de caza de youtube, vemos que ineludiblemente en algún momento del mismo el cazador le da una palmada en el lomo a la res abatida... pero siendo ecoterrorista o terroecologista, que me da igual como se diga, si tienes dos dedos de frente serás capaz de identificar en el ejemplo de Kenia como la “utopía ecológica” (toda la caza prohibida) es uno de los grandes errores en que puede pensar el ser humano.