Viernes de calor sofocante en el mes de julio, de los de quedarse en la piscina con un tinto de verano bien fresquito y dejar pasar las horas hasta que llegue la noche en busca de una tregua climatológica.
Llevo ya varias noches que me cuesta dormir esperando que llegue el día. Adol y Buhogris me han puesto el arco como un reloj suizo. Arco nuevo, mi primer arco. Si, estoy más verde que una naranja en septiembre, pero me pueden las ganas. Me puede la ilusión de "volver a empezar" en esto de las esperas.
Dejo el rifle en casa. Me cuesta dejarlo, no lo voy a negar, pero lo dejo decidido. Estoy verde verde... últimas flechas a 20 metros antes de salir para el campo, parece que agrupo (desde el suelo y con la diana). Allá que me voy.
Me pongo pronto, el cebadero no está pensado para el arco, está a 35 metros así que me llevo un poco de maíz para intentar acercármelos a 18 metros. Me subo al treestand, todo nuevo para mi... ¿Qué carajo hago ahora con el carcaj? Le da golpes a todo... Lo soluciono. Es pronto, muy pronto, pero los guarros están tranquilos y se que entran de día. "Entreno" un par de veces el movimiento de levantarme y abrir el arco, parece que lo consigo sin hacer ruido. Bueno pues ya estamos.
A las 21:30 ruido a mi izquierda. Por el rabillo del ojo veo un guarrete de unos 40 kilos bajar directo al comedero. Cojonudo, es de día y viene tranquilo. Se va directo al comedero. Joder esta lejos. Mido, 34 metros.... Habrá que esperar a que se acabe el poco grano que ha soltado el comedero y se acerque al que he puesto yo.
Esta tan tranquilo. Me pongo de pié y espero... Pasan los minutos y ahí sigue, no avanza. Se cruza. Vuelvo a medir. 32 metros. Joder esta cruzado perfecto. Esta lejos, me digo. Tengo el arco a 20 metros y no he soltado ni 40 flechas con el. ¡Esta a un mundo! ... Empieza a oscurecer por momentos... me voy a quedar sin luz a este paso y aun está lejos ¿o no está tan lejos? Empiezo a dudar, me empiezan a poder las ganas, lo veo tan tranquilo y perfectamente cruzado...
Son las 22:00, llevo media hora de pie en el treestand con un guarro comiendo a 32 metros que no se acerca. Me quedan 5 minutos de luz. Y es el momento en que lo veo de nuevo cruzado en el que saco a relucir mis ansias de arquero novato y abro el arco... El corazón a 200, lo meto en el pin y con la emoción ni corrijo... suelto y la flecha se clava directamente entre las patas. El guarro que no sabe lo que ha pasado, se mosquea y se aleja del cebadero. Pongo una segunda flecha por si vuelve, pero empieza a dar vueltas y decide irse.
Es hora de recoger, no llevo luz y me bajo del treestand. Ahora si, ya no hay vuelta atrás, estoy verde, muy verde, pero ya me he envenenado con el arco... Contando los días para la siguiente.
A entrenar y corregir errores.
Gracias Adol, Buhogris y Lobaco por vuestra ayuda y consejos.