Esperas al Jabalí
CAZA CON ARCO => Relatos Fotos videos => Mensaje iniciado por: hornetman en Octubre 24, 2020, 10:34:42 am
-
Buenos días, creo que el título del post lo dice todo. Ayer realicé mi primera espera con arco y el resultado fue un fracaso, pero no porque llegase a casa sin un jabalí cazado, sino porque las emociones y los nervios fueron tan fuertes que todo aquello que había entrenado anteriormente y que parecía tan fácil no salió. Empiezo el relato.
Me fui para el coto temprano ya que quería soltar alguna flecha antes de ponerme y asegurarme que todo estaba correcto. Ya llevaba entrenado como soltar desde la altura del puesto, abrir el arco y encender la linterna pulsando sin hacer torque, etc...
Sobre las 18:30 subí al puesto que instalé en una encina a unos 4 ó 5 metros de altura, donde había colocado hace tiempo un palé de madera fuerte que no cruje y que me permite tirar sentado o ponerme en pie sin hacer ruido alguno. La encina era frondosa y la preparé de tal forma que me diese buena cobertura lateral y por la espalda para evitar delatar mi silueta contra el cielo, pero que ninguna rama me molestase o diese contra el arco al abrirlo o manipularlo, tanto sentado como en pié. El puesto está ubicado en línea recta medida con el compensador de ángulos del telémetro a 14 metros del comedero. Subí con una cuerda todos los archeles a la plataforma, preparé todo tranquilamente y sin prisas y me senté cómodamente en mi silla, el arco de poleas colgado a mi lado, con una flecha de 580 grains y punta de caza Slick Trick.
La víctima de mi primera espera debía ser un jabalí macho jóven, de unos 40 ó 50 kilos que entraba solo desde hacía más de una semana y siempre entre las 20:45 y las 21:30 horas. Mejor un animal "inexperto" como yo para mi prueba de fuego. En teoría los nervios no debían ser un problema porque he hecho cientos de esperas con rifle y además hasta hace un par de años que se podía cazar con ballesta en mi comunidad autónoma, había abatido 3 ó 4 jabalíes con una ballesta a distancias de 15 metros, por lo que la sensación no iba a ser nueva para mi.
Poco a poco fue anocheciendo, el viento venía bien de cara y tras unos días de tiempo revuelto la noche prometía ser apacible. Los animales diurnos dejaron de escucharse, las mirlas dieron sus últimos sonidos y se hizo la noche. A las 20:15 horas escuhé ruido cercano al comedero y pensé que se había adelantado el comensal, puse el arco sobre mis piernas, cogí el monocular nocturno y observé, comprobando que era un zorro de buen tamaño. Tentado estuve de probar suerte con el, pero preferí no hacerlo por si el ruido de la suelta o dejar el zorro muerto o lo que es peor malherido y chillando en el comedero podían echar al traste la espera, además de que quería que mi primera pieza abatida con arco fuese un jabalí, por lo que dejé al animal deambular y olisquear por el comedero hasta que decidió marcharse.
A las 20:50 horas volví a escuchar algún paso, rama u hoja pisada aproximarse desde la espesura del monte hacía el comedero. Al principio era más rápido, pero conforme se acercaba al comedero las paradas eran más frecuentes. Cuando el animal estaba cerca del comedero identifiqué los pasos de un jabalí que me confirmó su típico sonido al "coger" los aires. Con antelación suficiente, volví a coger el arco y colocarlo sobre mis piernas. A las 21:15 horas el animal salío a la plaza y tras un par de vueltas y reboques empezó a comer. Esperé un par de minutos a que el animal se centrase en la comida, se relajase y me permitiese observarlo tranquilamente. Era el "elegido", el jabalí que desde hacía muchos días tenía seleccionado para mi bautismo con arco. Esperé a que el animal se cruzase completamente para iniciar el lance y cuando por fín se colocó correctamente cogí el arco. De repente toda la tranquilidad que había tenido hasta ese momento se desvaneció y empezaron los nervios, el corazón me iba a mil y parecía que se iba a salir del pecho. Me dije a mi mismo que tenía que tranquilizarme, había vivido esta experiencia muchas veces con rifle y unas pocas veces con ballesta a distancias muy similares, había batallado con grandes y astutos jabalíes y que uno tan pequeño no podía ponerme nervioso.
Pasados unos minutos que me parecieron horas, los nervios aparentemente se templaron un poco, mientras tanto el jabalí andaba a lo suyo llenando el estómago, levanté el arco, abrí despacio, pulsé un par de veces para ver su reacción a la luz y siguió comiendo tranquilamente y cruzado. Había llegado el momento que tanto esperaba, volví a pulsar y dejé la linterna encendida, apunté, el animal levantó la cabeza pero volvió a comer y...maldición el pin no se paraba, ¡¡¡estaba vivo!!!, parecía una puñetera mosca dando vueltas alrededor del cuerpo del animal. Decidí que no podía precipitarme y soltar sin asegurarme de que la flecha iba a la zona que yo quería, no deseaba herirlo, por lo que apagué la linterna, cerré el arco y volví a colocarlo en mis piernas.
Tenía que tranquilizarme, porque esto en los entrenamientos no me pasaba, fijaba bien el pin en el blanco y a distancias mayores agrupaba perfectamente. Volví a observar al animal con el monocular y los nervios se calmaron con el paso de los minutos. Esperé a que se colocase nuevamente en la posición adecuada y cuando lo hizo, volví a repetir la acción con el mismo resultado, pulsaciones a mil, el pin no se quedaba quieto y el animal que ya estaba harto de comer se mosqueó de tanto fogonazo con la linterna, pegó una arrancada y se metió al monte, donde sopló mosqueado unas pocas veces pero no llegó a gruñir. Se marchó despacio por donde vino, decidí dar por terminada la espera y retirarme antes de que llegasen otros animales al comedero y molestar lo mínimo al campo.
Como habéis comprobado la espera no fué productiva en lo que a caza se refiere, pero para mi supuso una lección muy importante en mi aprendizaje, ya que descubrí sobre el terreno que no es lo mismo soltar 200 flechas a un parapeto que una sola flecha a un animal, porque que las sensaciones y emociones son muy diferentes. Pero me voy satisfecho conmigo mismo porque mantuve firme la regla de no precipitarme en soltar la flecha y dejar un animal malherido por un mal impacto, me dí cuenta de que no iba a ser capaz de apuntar debidamente y preferí abortar e intentarlo otro día en mejores condiciones.
Cuando me quité del puesto llevaba el mal sabor de boca de sentir la situación como un fracaso personal, pero conforme pasaron los minutos y luego en casa ya en la cama, percibí lo vivido como una importante lección en mi proceso de aprendizaje y empecé analizar cada momento, para seguir evolucionando y disfrutar de este apasionante mundo de la caza con arco.
Volveré a mirar la cámara en un par de días y si el animal sigue entrando volveré a probar suerte y ya os lo contaré.
Un saludo.
-
Donde está el fracaso?
Enhorabuena! Ya no tienes escapatoria.
-
Pues a mi me ha encantado tu primera espera, que emoción mientras te leo, pero voy a intentar no hacerlo mas porque me estaba produciendo mientras lo hacia ganas de cambiarme también. Palabra ;D
-
¡Ostras, cómo has escrito ese relato que he sentido toda la emoción!.
Qué hayas sido capaz de contenerte demuestra que eres muy buen cazador. Y la espera no fue un fracaso; fue tablas. Tú sabes mucho más y el chancho también.
Para mí ha sido una buena espera. Ni le tiraste al zorro (creo que muy buena decisión), ni al jabalí cuando no te sentiste al 100% de preparado.
Aunque hay una cosa que sí es interesante cuando aparece un personaje que no quieres abatir: ensayar la jugada con él. Abrir el arco y apuntarle, encender la luz... todo menos tirarle. Yo creo que, por lo menos a mí, me va bien.
-
Donde está el fracaso?
Enhorabuena! Ya no tienes escapatoria.
Muchas gracias Jack, fracaso ninguno, pero me creía más capacitado para controlar la situación. Respecto no tener escapatoria, ya tengo el veneno en las venas. Un saludo.
Pues a mi me ha encantado tu primera espera, que emoción mientras te leo, pero voy a intentar no hacerlo mas porque me estaba produciendo mientras lo hacia ganas de cambiarme también. Palabra ;D
La verdad ratón es que las sensaciones con el arco no tienen nada que ver, he hecho cientos de esperas con rifle, unas pocas con ballesta y he abatido magníficos jabalíes. Note mucho el cambio de rifle a ballesta, más que nada pòrque nunca había cazado a tan poca distancia y tenido un animal tan cerca, pero al disparar con un visor y tener un mecanismo de disparo muy similar al rifle, aún con muchos nervios, me adapté rápido y abatí buenos ejemplares, pero el cambio al arco es otra cosa muy diferente que nunca había experimentado, mucho más emocionante.
Si lo pruebas te engancha, seguro.
Un saludo.
¡Ostras, cómo has escrito ese relato que he sentido toda la emoción!.
Qué hayas sido capaz de contenerte demuestra que eres muy buen cazador. Y la espera no fue un fracaso; fue tablas. Tú sabes mucho más y el chancho también.
Para mí ha sido una buena espera. Ni le tiraste al zorro (creo que muy buena decisión), ni al jabalí cuando no te sentiste al 100% de preparado.
Aunque hay una cosa que sí es interesante cuando aparece un personaje que no quieres abatir: ensayar la jugada con él. Abrir el arco y apuntarle, encender la luz... todo menos tirarle. Yo creo que, por lo menos a mí, me va bien.
Muchas gracias por tus palabras Juan, la verdad es que todo quedó en tablas pendiente de una segunda parte. Lo que más me gustó de todo fue mi autocontrol para no disparar y lo peor el no controlar esos nervios que me impidieron fijar el pin en el animal. Pero ahora mismo todo es un proceso de aprendizaje.
Agradezco el consejo de practicar aperturas con animales a los que no vaya a disparar.
Un saludo.
-
No lo sientas como un fracaso, ni muchísimo menos.
Mejor no lo has podido hacer.
Ya habrá otras ocasiones.
-
Una temporada me costo que no me rugiesen las tripas al tener ya apuntado al jabali, esto es asi un nuevo mundo de grandes sensaciones. Bienvenido al lio.
-
Buenas decisiones !!!
Con esto del arco yo ya he comprobado, por desgracia, que eso de pagarle en el centro al guarro no vale (como pasaría con el rifle) hay que pegarle en el sitio o condenas al animal a una potencial muerte larga...
Muy bien hecho, ya estás hecho todo un indio !!!
-
Muy bien , disfrutastes incluso sin soltar la flecha .El retripeo ese se te va a repetir siempre, Muy emocionante escrito. Un saludo
-
En esas condiciones lo que se debe hacer es justo lo que hiciste , que es no tirar. Si lo hubieses hecho es fácil que le hubieras pegado en mal sitio con lo que el cobro hubiera sido imposible y no hubieras vuelto a ver el bicho.
Así, seguro que te dará otra oportunidad y tendrás mas probabilidades de hacer un tiro en condiciones. Eso te dará más seguridad para próximas ocasiones, mientras que si ahora lo hubieras hecho mal , te hubiera generado inseguridad e incertidumbre para el futuro. Te lo digo por experiencia propia.
-
En esas condiciones lo que se debe hacer es justo lo que hiciste , que es no tirar. Si lo hubieses hecho es fácil que le hubieras pegado en mal sitio con lo que el cobro hubiera sido imposible y no hubieras vuelto a ver el bicho.
Así, seguro que te dará otra oportunidad y tendrás mas probabilidades de hacer un tiro en condiciones. Eso te dará más seguridad para próximas ocasiones, mientras que si ahora lo hubieras hecho mal , te hubiera generado inseguridad e incertidumbre para el futuro. Te lo digo por experiencia propia.
Tal cual. Válido para otras experiencias de la vida.
-
Enhorabuena por esa gran espera, de fracaso nada, el poder haber abierto dos veces delante de el es un gran triunfo y el no tirarle al no estar seguro es de un gran cazador, a mas de uno se nos hubiese escapado la flechita a saber donde.
Así que mejor imposible además de seguramente tener el animal de nuevo en el puesto para el siguiente asalto.
Enhorabuena!
-
Buenos días, creo que el título del post lo dice todo. Ayer realicé mi primera espera con arco y el resultado fue un fracaso, pero no porque llegase a casa sin un jabalí cazado, sino porque las emociones y los nervios fueron tan fuertes que todo aquello que había entrenado anteriormente y que parecía tan fácil no salió. Empiezo el relato.
Me fui para el coto temprano ya que quería soltar alguna flecha antes de ponerme y asegurarme que todo estaba correcto. Ya llevaba entrenado como soltar desde la altura del puesto, abrir el arco y encender la linterna pulsando sin hacer torque, etc...
Sobre las 18:30 subí al puesto que instalé en una encina a unos 4 ó 5 metros de altura, donde había colocado hace tiempo un palé de madera fuerte que no cruje y que me permite tirar sentado o ponerme en pie sin hacer ruido alguno. La encina era frondosa y la preparé de tal forma que me diese buena cobertura lateral y por la espalda para evitar delatar mi silueta contra el cielo, pero que ninguna rama me molestase o diese contra el arco al abrirlo o manipularlo, tanto sentado como en pié. El puesto está ubicado en línea recta medida con el compensador de ángulos del telémetro a 14 metros del comedero. Subí con una cuerda todos los archeles a la plataforma, preparé todo tranquilamente y sin prisas y me senté cómodamente en mi silla, el arco de poleas colgado a mi lado, con una flecha de 580 grains y punta de caza Slick Trick.
La víctima de mi primera espera debía ser un jabalí macho jóven, de unos 40 ó 50 kilos que entraba solo desde hacía más de una semana y siempre entre las 20:45 y las 21:30 horas. Mejor un animal "inexperto" como yo para mi prueba de fuego. En teoría los nervios no debían ser un problema porque he hecho cientos de esperas con rifle y además hasta hace un par de años que se podía cazar con ballesta en mi comunidad autónoma, había abatido 3 ó 4 jabalíes con una ballesta a distancias de 15 metros, por lo que la sensación no iba a ser nueva para mi.
Poco a poco fue anocheciendo, el viento venía bien de cara y tras unos días de tiempo revuelto la noche prometía ser apacible. Los animales diurnos dejaron de escucharse, las mirlas dieron sus últimos sonidos y se hizo la noche. A las 20:15 horas escuhé ruido cercano al comedero y pensé que se había adelantado el comensal, puse el arco sobre mis piernas, cogí el monocular nocturno y observé, comprobando que era un zorro de buen tamaño. Tentado estuve de probar suerte con el, pero preferí no hacerlo por si el ruido de la suelta o dejar el zorro muerto o lo que es peor malherido y chillando en el comedero podían echar al traste la espera, además de que quería que mi primera pieza abatida con arco fuese un jabalí, por lo que dejé al animal deambular y olisquear por el comedero hasta que decidió marcharse.
A las 20:50 horas volví a escuchar algún paso, rama u hoja pisada aproximarse desde la espesura del monte hacía el comedero. Al principio era más rápido, pero conforme se acercaba al comedero las paradas eran más frecuentes. Cuando el animal estaba cerca del comedero identifiqué los pasos de un jabalí que me confirmó su típico sonido al "coger" los aires. Con antelación suficiente, volví a coger el arco y colocarlo sobre mis piernas. A las 21:15 horas el animal salío a la plaza y tras un par de vueltas y reboques empezó a comer. Esperé un par de minutos a que el animal se centrase en la comida, se relajase y me permitiese observarlo tranquilamente. Era el "elegido", el jabalí que desde hacía muchos días tenía seleccionado para mi bautismo con arco. Esperé a que el animal se cruzase completamente para iniciar el lance y cuando por fín se colocó correctamente cogí el arco. De repente toda la tranquilidad que había tenido hasta ese momento se desvaneció y empezaron los nervios, el corazón me iba a mil y parecía que se iba a salir del pecho. Me dije a mi mismo que tenía que tranquilizarme, había vivido esta experiencia muchas veces con rifle y unas pocas veces con ballesta a distancias muy similares, había batallado con grandes y astutos jabalíes y que uno tan pequeño no podía ponerme nervioso.
Pasados unos minutos que me parecieron horas, los nervios aparentemente se templaron un poco, mientras tanto el jabalí andaba a lo suyo llenando el estómago, levanté el arco, abrí despacio, pulsé un par de veces para ver su reacción a la luz y siguió comiendo tranquilamente y cruzado. Había llegado el momento que tanto esperaba, volví a pulsar y dejé la linterna encendida, apunté, el animal levantó la cabeza pero volvió a comer y...maldición el pin no se paraba, ¡¡¡estaba vivo!!!, parecía una puñetera mosca dando vueltas alrededor del cuerpo del animal. Decidí que no podía precipitarme y soltar sin asegurarme de que la flecha iba a la zona que yo quería, no deseaba herirlo, por lo que apagué la linterna, cerré el arco y volví a colocarlo en mis piernas.
Tenía que tranquilizarme, porque esto en los entrenamientos no me pasaba, fijaba bien el pin en el blanco y a distancias mayores agrupaba perfectamente. Volví a observar al animal con el monocular y los nervios se calmaron con el paso de los minutos. Esperé a que se colocase nuevamente en la posición adecuada y cuando lo hizo, volví a repetir la acción con el mismo resultado, pulsaciones a mil, el pin no se quedaba quieto y el animal que ya estaba harto de comer se mosqueó de tanto fogonazo con la linterna, pegó una arrancada y se metió al monte, donde sopló mosqueado unas pocas veces pero no llegó a gruñir. Se marchó despacio por donde vino, decidí dar por terminada la espera y retirarme antes de que llegasen otros animales al comedero y molestar lo mínimo al campo.
Como habéis comprobado la espera no fué productiva en lo que a caza se refiere, pero para mi supuso una lección muy importante en mi aprendizaje, ya que descubrí sobre el terreno que no es lo mismo soltar 200 flechas a un parapeto que una sola flecha a un animal, porque que las sensaciones y emociones son muy diferentes. Pero me voy satisfecho conmigo mismo porque mantuve firme la regla de no precipitarme en soltar la flecha y dejar un animal malherido por un mal impacto, me dí cuenta de que no iba a ser capaz de apuntar debidamente y preferí abortar e intentarlo otro día en mejores condiciones.
Cuando me quité del puesto llevaba el mal sabor de boca de sentir la situación como un fracaso personal, pero conforme pasaron los minutos y luego en casa ya en la cama, percibí lo vivido como una importante lección en mi proceso de aprendizaje y empecé analizar cada momento, para seguir evolucionando y disfrutar de este apasionante mundo de la caza con arco.
Volveré a mirar la cámara en un par de días y si el animal sigue entrando volveré a probar suerte y ya os lo contaré.
Un saludo.
enhorabuena!!!!! Es un lujazo hacer la primera espera y que entren.... El fracaso , como bien te dicen los compañeros seria haberte quedado en el sofa de casa... Lo hiciste todo bien ... si sueltas.. es para colocarla en su sitio, si no , disfrutas del animal y ya entrara otra vez....
Asi que .. todo un exito de espera ;) ;)
-
Se ha dicho aquí infinidad de veces que las emociones con el arco se multiplican y eso es lo que nos hace disfrutar de este tipo de caza, pero a veces se pasan de intensas... No sufras por ello, al menos no te llevaron a cometer errores como nos ha pasado, estoy seguro, a casi todos. Ya llegará la siguiente y estarás más templado, lo malo sería que un lance así no te produjera emociones, ya has quemado otra etapa!!!
-
Bienvenido a la caza con arco.Supongo que con el paso del tiempo y la experiencia,iras dominando esos nervios.Pero ya has aprendido lo principal,que es soltar la flecha unicamente cuando se debe.Ya veras que con muchos menos nervios,volveras muchas noches a casa sin haber soltado flecha a pesar de haber tenido el guarro en la plaza.Y es que con el arco se mata poco pero se caza muchisimo.
-
Muchas gracias a todos por vuestros ánimos. La verdad las decisiones que tome en ese momento y que veo según comentáis que fueron las correctas, las tomé gracias a todos los consejos y opiniones que desde hace mucho tiempo llevo leyendo en este foro. Aún siendo nuevo en este mundo, lleve conmigo un pedazo de cada unos de vosotros al puesto y me susurrasteis al oído lo que debía hacer en cada momento. Los nervios fueron cosa mía :D
Por cierto esta mañana he mirado la cámara y al día siguiente el jabalí estaba en el comedero a la hora de siempre y no ha fallado un solo día desde entonces, así que en breve volveré a hacerle otro asalto que ya os contaré.
Un saludo.
-
Fracaso ninguno!!! máquina !!! ya lo tienes enfilado. Ahora solo falta, soltar la flecha. El temblar del pin, eso es complicado jajaja te va a pasar mas veces, yo ahora Tengo una mano operada y estoy que me subo por las paredes, deseando coge el arco ya.
Ánimo que como dices que sigue entrando en breve le veremos en posición horizontal. Enhorabuena por tu inicio como indio. Jajaja Pronto le doblamos la oreja a los maestros que hay aquí!!! Jajaja saludos
-
Tu primera espera y ya sabes cual es el secreto de la caza con arco.... domar los nervios para poner la flecha donde quieres. Ahora solo falta seguir disfrutando, de la caza, con flechas volando o sin ellas. Verás que pronto cambia el concepto de éxito o fracaso. Nada tienen que ver los animales abatidos con esa sensación. Esto va mucho más allá.
Enhorabuena por haber metido al animal en plaza, por haber tomado tus decisiones correctamente, y por haberte envenado ya.
-
Muchas gracias a todos por vuestros consejos y ánimos, seguramente mañana o pasado pruebe suerte otra vez, ya que el comedero está muy tomado. El toque de queda en Castilla-La Mancha lo han ampliado hasta las 00 horas, de todos modos tengo la opción de quedarme a dormir en la casa del coto. Voy a probar a hacer otra espera antes de que nos confinen de nuevo en casa y espero estar equivocado en esto, pero al paso que vamos...
Ya os contaré el resultado, un saludo.
-
Enhorabuena Hornetman, donde dices fracaso yo diría justo lo contrario. Acierto absoluto.
Y además sigue ahí para el próximo día que seguro te jugarán una mejor jugada los nervios.
Esperando quedo la foto de ese primer cochino con arco...
-
El fracaso absoluto hubiera sido tirar por tirar a ver si sonaba la flauta, y si encima lo cuentas tal cual sucedio chapo por ti, te doy mi enhorabuena por adelantado porque para mi ya lo has cazado, bien hecho hornetman.
Un saludo.