Esperas al Jabalí
GENERAL => Relatos => Mensaje iniciado por: Devenite en Septiembre 10, 2021, 01:34:45 am
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Era el viaje soñado. Llevábamos mas de tres años de demora sobre la fecha en que decidimos ir a por los grandes jabalies turcos. Habíamos ahorrado y el COVID nos estaba dando un respiro, entre ola y ola.
La experiencia turca es inenarrable para los enamorados de la noche y de sus señores.
No distraeré al personal con detalles del viaje que dan para escribir un libro. Me voy a centrar en un lance concreto durante el cual la adrenalina superó todos los registros de mi memoria.
Habiamos iniciado la noche con desigual fortuna, pues después de varias entradas recechando los comederos del bosque, habíamos localizado un par de cochinazos a los que pude disparar, pero en uno de los casos habíamos tenido que pistear un rato para localizar al marrano muerto y en el segundo caso tuvimos que dejarlo para el día siguiente.
Estaba claro que por las razones que fuera no estaba colocando el disparo en el sitio correcto.
La técnica siempre era la misma; camino sinuoso dentro del bosque en el que en determinados puntos habían sembrado el terraplen de granos de maiz en una amplia superficie. Caminabas unos 200 metros en completo silencio por una senda en que los altos árboles laminaban la luz de la luna, generando claro oscuros. La dificultad principal estribaba en evitar que los pies hicieran ruido al pisar la gravilla y las piedras sueltas existentes.
De este modo los 200 metros se hacían eternos y cuando llegabas al punto en el que encontrbas al guarro comiendo, si es que lo encontrabas, la emoción subía a cotas insospechadas, especialmente al ver delante tuya, a unos 60 u 80 metros, una tremenda mole que en ocasiones llegaban a superar los 200 kilos.
En el rececho que nos ocupa el camino, de unos 3 o 4 metros de ancho, descendía ligeramente, lo que hacía que el evitar los ruidos fuera incluso un poco más dificil. No se veía nada y solo se vislumbraba algo del blanco del camino. Había luna, lo que permitia tener algunas zonas con mas luz y otras mas obscuras.
Los bosques que receche eran verdaderamente impresionantes por la altura de los arboles. Tambien impresionaba saber que en cualquier momento podias tropezar con un oso.
Al llegar al punto adecuado, punto que se encontraba a unos 80 metros del final del camino vimos, con ayuda del monocular térmico, un inmenso cochino que comía plácidamente. Habiamos recechado muy bien y el guarro no se había enterado de nuestra presencia. El corazón palpitaba ya a 200 por hora.
El guía abrió con cuidado el trípode de madera que portaba y se apartó para permitir que colocara el rifle sobre el mismo. Gracias a la luna pude ver a traves del visor la silueta del cochino. Debido a que los tiros que habían precedido este lance no habian sido absolutamente certeros, intenté asegurar la muerte fulminante del cochino y apunté detrás de la oreja.
El disparo del 300 WM sonó atronador en la noche. Yo miré rapidamente a Hasan buscando su aprobación. En lugar de eso me dijo en voz baja pero imperiosa: “charg” “charg”
Por supuesto que no hacía falta que me lo dijera, pues es algo que hago siempre instintivamente.
El caso es que despues del trueno del tiro y de las palabras de Hasán, empecé a oir un ruido de pezuñas corriendo hacia nosotros. Por mas que intentaba ver al responsable de los pezuñazos no veía nada. El sonido cada vez estaba más cerca y yo seguía sin ver al cochino. En el sitio donde estaba el cochino cuando le disparé había algo de claridad, pero el tramo de camino que nos separaba de ese punto, estaba completamente obscuro. El golpeteo sonaba cada vez mas cerca y yo seguia si verlo, repitiendo insistentemente a Hasan en voz baja “dont see, dont see”
El golpeteo de las pezuñas sonaba ya muy cerca y a Hasan le notaba cada vez mas nervioso. Pensé durante unos segundos que aqui se acababa todo. Imagine el topetazo de una de esas moles y me quede sin saliva. En esas estaba cuando de lo obscuro surgió por el borde contrario del camino, una enorme sombra que pasó corriendo a escasos tres metros de nosotros. Al verlo pasar por fin pude encarar el rifle y disparar instintivamente sobre el tercio delantero del cochino que tras el impacto de la bala cayo como una pelota.
Los segundos que duro el lance me habian parecido eternos. Los mas largos de mi vida.
Cuando nos acercamos al guarro vimos que tenia dos balazos y unas imponentes defensas. Aunque durante el lance pense que estaba cargando contra nosotros, despues me di cuenta de que probablemente lo que hacia era huir. No obstante tuvimos la gran suerte de que lo hiciera por el borde contrario del camino al que estabamos situados porque si no nos habria arrollado.
Un lance en definitiva que nunca olvidare. Es dificil que llegue a pasar mas miedo en mi vida. Se tornaron los papeles y el cazador estuvo a punto de ser cazado
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Los cochinos siempre tienen ese punto de emoción, aunque debamos minimizar los riesgos…
Enhorabuena y gracias por compartirlo.!!!
Lo anoto para el concurso de relatos
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Menuda experiencia compañero, buen relato y buena mole, enhorabuena !!!
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Dificil expresar con palabras lo que sentí esa noche en esos segundos eternos
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He imaginado el relato con el arco y creo que ya me estoy poniendo demasiadas veces en el suelo ultimamente, aunque esos puntazos de adrenalina ¿como los superas?.
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Enhorabuena por el cochino y gracias por contarnos el lance! el viaje de caza que mas me apetece hacer sin duda es ese. Algún día iré tras esos cochinos turcos... ::)
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He imaginado el relato con el arco y creo que ya me estoy poniendo demasiadas veces en el suelo ultimamente, aunque esos puntazos de adrenalina ¿como los superas?.
Estoy de acuerdo en que son lo más!! Al hacer aguardos siempre me gustaron mucho mas los puestos en el suelo que los de torreta. Lo que se siente no tiene nada que ver.
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Enhorabuena por el cochino y gracias por contarnos el lance! el viaje de caza que mas me apetece hacer sin duda es ese. Algún día iré tras esos cochinos turcos... ::)
Te puedo asegurar que no te arrepentirás !!!
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Buen lepo si señor y sin ninguna duda un destino privilegiado para disfrutar de esta bendita aficion.
Gracias por compartirlo y enhorabuena.
Un saludo.
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Impresionante jabali y cobrado en un emocionante lance.Como para no recordarlo.Enhorabuena.