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Belvís de la Jara
Nuevas pruebas acorralan a los detenidos por la muerte del cazador

Encuentran visores de caza y unos prismáticos de la víctima enterrad0s cerca de la vivienda de uno de los acusados en Talavera. Pudieron guardarlos por su utilidad y valor económico
La Guardia Civil ha encontrado nuevas pruebas que implican aún más a los detenidos por la muerte de Antonio Fernández Muñoz, el cazador oriundo de Belvís de la Jara cuyo cadáver fue hallado en una finca de Aldeanueva de Barbarroya unos cuatro meses después de que se le diera por desaparecido tras participar en una cacería. En concreto, los agentes del Cuerpo han hallado dos visores de caza y unos prismáticos de caza que portaba la víctima el día de su desaparición. Estaban enterrados a poca distancia de la vivienda de uno de los arrestados, Rufino G.G., en las afueras de Talavera de la Reina.
 Localizaron estos objetos en una vivienda derruida que está situada en el camino Los Caños de Talavera de la Reina, frente al domicilio de Rufino G.G., uno de los detenidos por estos hechos.
Según ha informado la Delegación de Gobierno a través de una nota, los efectos recuperados son: unos prismáticos,  un visor de uso diurno y un visor nocturno con su soporte. Parte de ellos estaban envueltos en una bolsa de plástico y el resto en el interior de una bolsa de calzado deportivo.
 Estos efectos estaban enterrados a unos 60 centímetros de profundidad, un detalle que fuentes de la investigación resaltan como indicativo de que los que se hicieron con estos objetos estaban interesados en conservarlos al no dejarlos abandonados u ocultos de un modo superficial.
Sólo cabe pensar que los responsables de hacerse con estos visores y ocultarlos fueron los arrestados si se tiene en cuenta que el enterramiento se hizo entre los restos de una caseta en ruinas situada a unos 15 metros de la vivienda del acusado Rufino G.G., alías ‘El Conejo’, en el talaverano Camino de los Caños. Una vivienda en la que también solía pasar largas temporadas el otro arrestado por el crimen, F.A.G., pariente de ‘El Conejo’ y conocido por el mote de ‘Flores’. Ambos son primos.
A la hora de interpretar los motivos que pudieron llevar a que estos efectos personales no quedaran abandonados, como otros, en los terrenos de Aldeanueva en que quedó sepultado Fernández Muñoz tras morir por al menos un disparo en la cabeza, sólo cabe pensar que los que arrebataron estos visores apreciaban su utilidad  e incluso su valor económico. Sólo el visor nocturno está valorado en unos 3.000 euros. Y este razonamiento vuelve a apuntar al menos a uno de los acusados, ‘El Conejo’, con antecedentes en actividades de caza furtiva para las que podía haber sacado partido de este equipamiento. O sea, la ocultación de estos visores podría haberse debido a un acto de avaricia que, paradójicamente, ha contribuido a cerrar el cerco de las pesquisas sobre los acusados.
Fuentes de la investigación a las que ha tenido acceso este medio destacan que el hallazgo de los visores, prácticamente los últimos objetos personales de la víctima que quedaban por localizar, supone atar un cabo suelto con el fin de confeccionar sólidamente la acusación contra los detenidos como responsables de la muerte, tras sus declaraciones incriminatorias y la recuperación del cadáver. Aún así, todavía quedan detalles para cerrar la instrucción que dirige el Juzgado Número 4 de Talavera, tales como conocer las conclusiones finales de la autopsia y determinar el tipo de arma de fuego usada en el crimen.
Por parte de la familia de la víctima, el abogado de la Acusación Particular Jesús Lázaro ha alabado la labor efectuada tanto por la Guardia Civil como por el propio juez instructor para esclarecer lo ocurrido. «Esperamos que se siga investigando y, hasta que no se cierre, no se pare», confiaba.

Un acusado recurre su encarcelamiento.
Por otra parte, se ha sabido que uno de los acusados, ‘Flores’, ha presentado recurso contra su prisión provisional ante la Audiencia Provincial. Tanto la Fiscalía como el abogado de la familia del asesinado han presentado informes desfavorables a esta petición de excarcelación, alegando que con este procesado no se dan las circunstancias necesarias para que pueda quedar siquiera en libertad con cargos. Fuentes jurídicas consultadas por este medio esperan que este recurso no prospere.

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"Está muy bien escondido. Vamos, que lo están pisando y no lo ven"

Una grabación 'delató' a los dos detenidos por la muerte violenta de Antonio Fernández, el cazador de La Jara
"Mientras no cojan las huellas no te van a tocar los cojones..." dijo Rufino G.G. a su sobrino Flores A.G.
 
Rufino G.G. y su sobrino, Flores A.G., los dos detenidos en relación con la muerte violenta de Antonio Fernández Muñoz, cuyo cadáver fue encontrado el pasado 14 de febrero tras más de cuatro meses de su desaparición, mantuvieron varias conversaciones telefónicas en las que hablaron del suceso e incluso se jactaron de lo bien enterrado que estaba el cuerpo y de la ausencia de resultados de las pesquisas de la Guardia Civil.

Lo que no sabían es que, al ser ambos los dos principales sospechosos de la desaparición de Antonio, sus conversaciones eran grabadas por orden judicial y el contenido de las mismas ha sido decisivo para que las investigaciones de la Benemérita hayan llegado a buen puerto y hayan llevado al hallazgo del cadáver y a la detención de tío y sobrino como presuntos autores de la muerte del cazador jareño.

Una de esas conversaciones ha trascendido, publicada en un semanario local. Es la que les ofrecemos a continuación:

Rufino G.G..- Donde está enterrado, como no hay chaparrillos bajos y jaras, ahí no se mete nadie a mirar. Y luego, las hojas secas que echamos. Ahí ha crecido la hierba y todo; ahí no se mete ni Dios a mirar.
Flores A.G..- Está claro que no.
Rufino G.G..- Y el barro seguro que se ha hecho una pasta dura ya. Con todo el sol de la vega que ha dado y con la calorina se ha hecho una pasta. Porque estaba medio mojado el barro, ¿no?
Flores A.G..- Sí, estaba chispeando ese día.
Rufino G.G..- Está muy bien escondido. Vamos, que lo están pisando y no lo ven...
Flores A.G..- Seguro.
Rufino G.G..- Pero luego los abogados tienen muchas leyes, lo saben todo. Otra cosa es que ahí te cojan tu...
Flores A.G..- ¿Las huellas?
Rufino G.G..- Las huellas. Mientras no cojan las huellas no te van a tocar los cojones. Aunque le encuentren allí arriba, con toda la humedad que ha habido dentro del saco, todo eso no transpira, estaría buena que salieran las huellas. Ahí te digo yo que no sale nada.
Flores A.G..- ¿Y qué dice el periódico?
Rufino G.G..- Viene que encontraron el rifle del cazador.
Flores A.G..- Que no, hombre, que no. Que ahí no pueden encontrar eso. ¿Quién se va a meter allí?
Rufino G.G..- Está muy difícil que encuentren ese agujero tan pequeño.
Flores A.G..- Que no, que no.
Rufino G.G..- Pero si le hubieran encontrado habría huellas. Pero no creo que hayan cogido ninguna en claro. Pero es raro, porque no sé si lo cogimos con guantes...
Flores A.G..- Y las balas, igual.
Rufino G.G..- Pero las huellas no van a salir enteras. Y tienen que salir enteras, amigo. Si sólo sale un cachín de huella, eso no quiere decir nada.

Hasta aquí la conversación grabada a los dos detenidos en relación con la muerte violenta de Antonio Fernández Muñoz, exempleado de Bankia en Talavera y cazador avezado en las fincas de La Jara, que el día de su desaparición, el 30 de septiembre pasado, salió a disfrutar de su deporte favorito con Rufino G.G. y Flores A.G., tío y sobrino.
Tras la detención de ambos y sometidos al correspondiente interrogatorio, dieron las señas oportunas para que la Guardia Civil encontrara el cadáver de Antonio enterrado en un lugar de la finca Los Baños, en término municipal de Aldeanueva de Barbarroya, que los efectivos de la Benemérita habían peinado en distintas ocasiones durante las labores de búsqueda.
El cadáver presentaba al menos una herida en la parte posterior de la cabeza, que los investigadores han determinado que corresponde a un arma corta. Se da la circunstancia de que en las viviendas de ambos detenidos se encontraron una escopeta y una pistola, además de otras armas.