Aunque algunos me conocen, sirvan tres breves retazos para reencuadrarme... En cuestiones caceras opino que cualquiera tiempo pasado me hizo más feliz... Que me resulta harto complejo consustanciar matrimonio, trabajo y familia con ocios venadores tal y como yo los entiendo, es decir, yendo al monte cada dos días y el del medio, que decía uno de mi pueblo y que es lo que me pide el cuerpo mientras las fuerzas acompañen... Y que, aunque el cazador propone, son la esposa, los hijos y el jefe, los que disponen... Así que, andando en ésas, vivo entre recuerdos de antaño, amenizados por unas pocas aventuras de hoy y aunados a muchísimas fantasías de futuro que, seguramente, jamás se verán cumplidas.
Soy montañés, revirao y austero, parco en emociones y poco dao al arrebato multitudinario. La caza es un modo de ser, de pensar y de conducirse; no es un deporte ni una competición; no debería ser negocio porque fue un oficio y los oficios no sirven para hacerse rico, sino para ganarse la vida y poder vivir. Ahora, la modernidad y el progreso, nos permiten saber unos de otros y de nuestras andanzas con pelos y señales, bienvenidos sean. Pero no olvidemos que el progreso conlleva "culatazo", que cualquier tranca tiene su retranca y que agradar a todos es dificultosillo.
Les brindo mis humildes y espaciados comentarios y les agradezco, sobremanera, que me permitan leer y disfrutar los suyos.
Seguro servidor de todos y hasta siempre...