Como los gallegos: depende... Si pero no.
Me explico, el sistema son solo dos gomas de pelo que pongo en la parte superior de las V, de forma que si le das un golpe fortuito el rifle no "descabalgue" de las V y se caiga, pero si hace falta lo quitas con un dedo metido dentro del guante en un segundo.
En este caso, por el tirador, interesaba tener el rifle en la sujeción para que se moviera el arma lo menos posible al apuntar, ayudándole al tiro. Las otras gomas que ves en la parte delantera son para sujetar el pulsador de la linterna, no me gusta poner velcro a los rifles.
El cualquier caso, el apoyo gira 360 grados sobre su base, con lo que da bastante juego y, a la vez, la elasticidad de las gomas te permite levantar la punta de rifle un poco, corrigiendo el tiro en distancia si hace falta. Por lo que tienes "tiro" suficiente para cuando entre a la querencia.
Pero, efectivamente, cuando dejas el rifle en el apoyo tienes holgura pero el guarro tiene que entrar a "su sitio" para tirarle.
No obstante, en el tripode puedes montarle, en vez de ese soporte, una simple V que trae de fábrica. Eso te amplía mucho la zona de tiro, pero te obliga, cuando entra el guarro, a tener que hacer el movimiento para preparar el rifle. Más riesgo de ruidos y de que te vea... La V la uso en siembras pequeñas o plazas abiertas.
Cuando ya te vas a una gran siembra, es bueno llevarse el monopié, que te permite tirar a cualquier lado y ocupa poquito.
De todas formas, tengo este trípode desde Julio del año pasado, antes tiraba con el trípode típico y no tenía sistema posible para dejar apoyado el rifle.
Ahora viene mi opinión propia, seguro que compartida por no demasiada gente...
A mi, particularmente, no me gusta ponerme en pasos, charcos o siembras de paso. Donde el guarro casi según entra tienes que tirarle por que está de salida... A mi se me hace corto el lance pareciéndome más un lance de montería.
Creo que el "tú a tú" con el guarro es entre su finísimo olfato y oido y nuestra inteligencia.
Me gusta sentir la entrada lenta del guarro, con paradas, cogiendo el aire, dando la vuelta al puesto pasa sacarte, a veces pasándote tan cerca que te arrastra la manta que te tapa, como ya os conte que me pasó una vez. Lances que se hacen "eternos" en los que se te sale el corazón por la boca. Y dejándoles cumplir, que coman, que mastiquen, que se bañen o se rasquen... disfrutando de sus movimientos y de "su vida" un rato, en el que ves que ya se ha relajado y obvia el que tu puedas estar ahi observándole, acechándole...
Para mi, repito: para mi, es entonces y sólo entonces cuando has culminado la espera, aunque luego falles el tiro. Cuando montas un puesto en un sitio donde no había nada, ves que empiezan a tomarlo, esperas que aparezcan las señales de un Señorito y entonces le esperas hasta que tienes al guarro que buscabas comiendo o bañándose delante de ti, rendido en sus sentidos por que te has conseguido sentar en el sitio bien elegido y has podido ocultar a sus finísimos oídos hasta el fuerte latido de tu corazón, entonces, cuando lo has traido al sitio exacto del monte en el que puedes tener tu rifle atado a un trípode por que no te hace falta moverlo, por que lo has traido donde tu querías y está tranquilo, entonces.... has ganado en la espera.
De todas formas, a veces ni romanticismo ni leches, si estas con "mono" le cascas donde puedas y como puedas... y se acabó. Mariconadas las justas...
En resumen, como te decía:
"depende... Si pero no"