Hola a todos compañeros, hace un año empece en este foro y no han sido muchas mis intervenciones, me cuesta arrancar, pero hoy voy a hablaros de mis reflexiones sobre la importancia del aire en nuestras posturas y es que en cuestión de dos horas salgo para el coto a intentar matar a un macareno con el que llevo como dos años lidiando y aun no he sido capaz de ganarle la partida, hoy se cumplen las condiciones perfectas, noche muy oscura, sin luna ni estrellas (nublado) y aire del suroeste fijo a unos 14 km/h.
Con compañeros de afición con los que hablo, me sorprende que la malloria no toma en mucha consideración el aire antes de ponerse en el puesto, sin ir más lejos la semana pasada uno me decía que el iba aunque el aire fuera malo, por que solo podía ir ese día.
Yo he tenido suerte de tener un maestro que lleva 30 años de esperas y del que estoy aprendiendo todo lo que se, y la primera de sus lecciones es: el olfato del guarro es INFALIBLE, allá donde cargues aire cuenta seguro que si entra un guarro te olerá, hagas lo que hagas. Este es un axioma que en mi corta trayectoria he podido comprobar que se cumple al 100%. Este esperista viejo fuma en el puesto como un indio cabreado y cuando le comentas "Luis no fumes que te huelen" el te responde: "a donde va el humo va tu olor, aun que no fumara me sacaría igual".
Mi aire perfecto es un aire fijo, no fuerte pero si constante, que te lave el olor, que se lo lleve hacia donde tu sabes que no te va a entrar el bicho. El aire flojo normalmente fluctúa y es cambiante, el aire fuerte incomodo y no te deja oír, la ausencia de aire hace que generes una bolsa de olor a tu alrededor, nada recomendable.
Bueno pues ahí esta mi reflexión, a ver que pensáis vosoros, yo cojo los bártulos y me voy al coto que tengo el aire perfecto, solo espero que mi amigo cometa un error y me de una oportunidad.
Un saludo