Un pastor en el campo, tumbado a la sombra de una encina, un forastero se le acerca para echar un rato con él.
-Que hay amigo pastor.
-Hola buen hombre, buenos días tenga usté.
-Verá ando mirando un rato a su ganado y quién no diría que esos animales son tan listos que hasta hablan.
El pastor se queda un tanto descolocado, no sabe que su visitante es ventrílocuo.
-¿Que hablan dice usté?
-Si llame usted al perro y vera como hablan.
-Periiiico, ven pacá-.
El animal se acerca moviendo la cola y cuando se sienta enfrente de ellos el ventrilocuo le pregunta al perro que hace cuando el pastor lo ata en la cuadra.
-Pos verá usté cuando el tontolnabo este me ata yo me desato con la boca y me voy por el pueblo a ligar con todas las perras.
-JODER SI EL PERRO HABLA.
-No se lo decía yo, llame al burro.
-Romeeeero, ven pacá majo-.
-El burro se acerca y en cuanto se pone frente a los hombres el ventrilocuo le pregunta.
-¿Que haces tu amigo burro cuando te suelta el amo en el prado?
-Pues verá usté yo me abajo pa la vega donde está el molino y con la burra del molinero me pongo las botas.
-ANDA LA OSA SI EL BURRO TAMBIÉN HABLA.
-Ahora llame a esa cabra blanca y negra que está junto al río.
-NO A ESA NO LE PREGUNTE QUE ES MÁS MENTIROSA QUE LA MADRE QUE LA PARIÓ.