¡Muchas Gracias, Lince!
Con paciencia, buen hacer y un poco de suerte conseguirás ese acompañante que tanto andas deseando, cualquier día lo verás asomando detrás de la piara de cochinas y te ofrecerá la paleta para pegarle un balazo. Y entonces lo compartirás con nosotros y se te acabarán esas noches de infortunio pero a la vez mágicas en las que tanto has disfrutado del campo.
Un saludo.