Voy a pedir perdón, por adelantado, por las tonterías que pueda escribir a continuación. Porque sé que no conozco nada al respecto de la burocracia, funcionamiento interno de los cotos y su relación con la administración.
Bueno, para empezar, yo también me he considerado siempre como ecologista; quiero a la naturaleza y creo entenderla mejor que estos colectivos relativamente nuevos que pretenden reducir el ecologismo enmarcándolo exclusivamente en sus ideologías animalista, anti caza y vegana.
También veo que estos argumentan una doble moral por parte del mundo cinegético, al alegar la necesidad de reducir poblaciones de jabalí, conejo y corzo, cuando al mismo tiempo los estamos criando para soltarlos al medio. Cosa que no sé hasta qué punto es cierta y en qué lugares y condiciones se daría. Pero si yo no sé; calculad lo que sabe el general de la opinión pública, a la que se puede hacer creer cualquier cosa dada una controversia así.
Lo que sí tengo claro es que la verdad, con el tiempo, siempre acaba saliendo a flote. Y lo que no sea cierto de lo que diga ese colectivo anti caza, así como lo que tampoco lo sea en lo que dice el nuestro, quedaría expuesto y en evidencia, si nuestro colectivo, el de los cazadores, hiciésemos una huelga. Si, una huelga.
Para eso tendríamos que aguantarnos de cazar. Habría que inventar qué hacer con las responsabilidades de los cotos por los daños y accidentes causados por los animales. Y no sé qué más. Y aparte nos tendríamos que organizar muuuuy bien. Demostrar que podemos organizarnos.
Pero si realmente hacemos falta, quedaría muy clarito.
Y voy a acabar diciendo otra burrada: Yo no cazo para ayudar al equlibrio en el medio natural. Lo hago porque está en mis genes. Porque las cosas que son buenas para nuestra supervivencia son, normalmente, cosas que nos llama la atención hacer, que nos gustan; como el sexo, ostia. Ningún indivíduo que ha perdido tanto su esencia natural humana como para no poder entenderlo va a hacerme sentir sucio quedando el, mientras tanto, elevado a una especie de categoría espiritual superior.
Lo hago con todo el respeto que entiendo y procurando lo mejor para una continuidad. Me da de comer sano en el estómago y en el alma.