En mi opinión el perro de sangre es la asignatura pendiente de los aguardistas españoles y como consecuencia quisiera abrir un debate sobre el mismo.
Para ello os traslado una serie de cuestiones a ver que os parecen:
1.- Que grado de necesidad creéis que tiene un aguardista de disponer de un perro para el rastro de sangre?.
2.- Que raza de perro os parece más adecuada para esta modalidad?.
3.- Que grado de especialización creéis que debe tener ese perro?
4.- Que tipo de adiestramiento creéis que es el adecuado para adaptarse a nuestras necesidades?.
Como yo soy el que abro el post, seré el primero en intentar contestar estas cuestiones.
1.- Evidentemente me parece imprescindible el disponer de un perro de sangre para la modalidad del aguardo, y no sólo para esta, sino para todas en las que exista la posibilidad de dejar una res herida en el campo. Creo, ahora que conozco algo más de este tema, que la cultura cazadora española ha perdido con la modernidad esta figura cinegética que antaño resultaba fundamental, a mi juicio, por el poco valor que se le da a la res que herimos. Antaño la caza mayor escaseaba y la posibilidad de cobrar un trofeo importante exigía una serie de dificultades y penalidades por parte del cazador que hoy no tienen razón de ser, pero que en su conjunto hacían que la valoración del trofeo se multiplicase comparada con la valoración actual. Hoy en día la caza exige otro tipo de esfuerzos, pero la posibilidad de cobrar un trofeo importante es relativamente más fácil, principalmente porque los hay, y porque disponemos de más medios para que esa ocasión se de con más frecuencia. En consecuencia no sentimos una perdida irreparable cuando no conseguimos encontrar ese trofeo que hemos herido. Otros vendrán a no mucho tardar.
En mi caso en particular, el disponer de un perro de sangre me parece imprescindible, (y ojo que he dicho disponer, no tener) no sólo por ética cazadora, que también, sino porque me cuesta horrores poner delante de mi a un buen macareno, y sólo la posibilidad de no cobrarlo porque no puedo seguir su rastro a simple vista me resulta frustrante. Luego se cobrará o no, pero por mi no va a quedar.
2.- No voy a poner en tela de juicio ahora que cualquier perro vale para cobrar, pero tampoco nadie me negará que hay unos más adecuados que otros para hacerlo. En mi caso, más que el gusto o lo que yo crea, mis preferencias las han decantado mis necesidades. Gran parte del año cazo en sitios donde los perros no se pueden desenvolver con facilidad, (pastizales, amplias siembras,...) y por tanto tuve que desistir de mis preferencias y buscar perros de pata más larga que les permitiese rastrear con más facilidad.
Pero no sólo siempre he buscado perros con unas determinadas cualidades físicas, sino con unas determinadas cualidades psicológicas. Es muy difícil encontrar un perro tranquilo en el aguardo y que en el rastreo y cobro sea pólvora con el coraje y valentía suficientes como para enfrentarse a un gran cochino y si se tercia, recibir castigo sin abandonar la pieza. Generalmente, cuando hay de lo uno, falta de lo otro y viceversa.
Actualmente este equilibrio lo he encontrado en dos razas de perros, una de la que he renegado durante muchos años, y otra “recien” descubierta para mi. Hoy dispongo de un jagd terrier y de una perrita sabueso de baviera.
Si tuviese que decantarme por una de ellas lo haría sin dudarlo por el BGS, a mi parecer su carácter aúna el equilibrio perfecto para el aguardista.
3.- La especialización del perro....
Creo que todos queremos el perro polivalente, yo el primero, pero a base de desengaños y de empezar a ir por el buen camino, uno se da cuenta de que el perro polivalente se consigue a base de mucha experiencia del mismo, lo que se traduce en muchas horas de convivencia con su dueño y muchas horas de caza, casi a diario diría yo, y eso no está al alcance de todos.
Como yo no dispongo de ese tiempo, ni de la posibilidad de cazar a diario, me decanto por la especialización de mis perros, lo que quiere decir que sólo se utilizan para el fin que quiero conseguir con ellos, en este caso el rastro de sangre.
He estropeado varios perros por no hacerme caso de buenos consejos, y bien que lo he sentido, porque cuando de verdad he necesitado un buen perro de sangre me he dado cuenta de que mis perros se despistaban con el primer rastro fresco que encontraban. Hoy estoy en el camino de que no me vuelva a suceder.
Por tanto, especialización máxima.
4.- Siempre he pensado que ciertos adiestramientos están muy bien para la galería y que la funcionalidad va muchas veces por otro lado. Hoy sigo pensando que la funcionalidad es lo primordial, pero debo reconocer que los adiestramientos “de salón” mejoran tremendamente la funcionalidad.
Lo que sí tengo muy claro es que el adiestramiento para un perro es fundamental, y no sólo el adiestramiento en el cobro, sino que para mi tiene más importancia aún el adiestramiento básico en obediencia. Prefiero un perro obediente y mediocre en el cobro, que un figura que no se pueda llevar a ningún sitio, me resulta frustrante.
Por tanto, el grado de adiestramiento el máximo que podamos..