Los mismos políticos que han declarado al conejo en peligro de extinción, son los que después aprueban las ayudas por los daños del conejo a las cosechas en las zonas donde son plaga, menuda incongruencia.
Aunque con tal de contentar a los ecologetas y terminar dando una estocada mortal a la caza, son capaces de incluir en el catalogo de especeies en peligro de extinción al jabalí. Todo se andará.