Esperas al Jabalí


LA CULPA ES TUYA MOCHUELO.

Autor Tema: LA CULPA ES TUYA MOCHUELO.  (Leído 11005 veces)

LOBACO

  • Visitante
LA CULPA ES TUYA MOCHUELO.
« en: Diciembre 02, 2013, 04:38:59 pm »
Mira que los grandes perros perduran en la memoria, se resisten a abandonarnos aunque ya haga demasiado tiempo que partieron.

Este es mi último homenaje, estés donde estés descansa en paz amiga. :'( :'( :'(

A la memoria de MELBA DEL CARRASCAL.
                                                           
 En la caza se unen y enfrentan los dos extremos de la vida tan antagónicos como irrenunciables lo más horrible y lo más bello.


Desde siempre he sentido una gran atracción hacia las armas, a los 14 compré una pistola de perdigones con la que disparé miles de bolas y aprendí el manejo y la responsabilidad que trae consigo el poseer un arma.
A los 17 llegó el arco de poleas, a los 18 la primera escopeta, pero cuando varios años después me regalaron un rifle fue cuando me sentí que por fin tenía un arma poderosa en las manos con la que sentirme un auténtico cazador.
Septiembre de 1995, yo tenía 21, hacía poco que había terminado ¨la mili¨, estaba empezando a quedarme calvo, soltero y sin compromiso, marcando paquete, con las mangas por los sobacos, degustaba la resaca de haber servido en la mili en una COE.
Simple vanidad de juventud, quién esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Fue entonces cuando conocí a la criatura más dulce sobre la faz de la tierra tenía clase, era preciosa, inteligente y divertida, me enamoré como un mirlo y ella me correspondió.
 Hoy 20 años después seguimos juntos y criamos un precioso hijo.
Pasaron algunos meses y la relación se consolidó, ella como prueba de amor, me regaló un anillo solitario con una piedra incrustada-para que no te olvides de mí <como si eso fuera posible > fruncí el entrecejo, estábamos ante nuestro primer desencuentro de pareja y no quería herirla, un regalo debe agradar más a quien lo recibe que a quien lo hace -<nunca he llevado joyas>- , formas parte de mi vida para siempre  y ni quiero, ni puedo olvidarte, si quieres regalarme algo valioso, algo caro, una auténtica joya mañana te llevaré a una tienda donde puedes comprarla.
Al día siguiente fuimos a reservarlo a una armería del centro, se encargaron del papeleo, del armero y le permitieron a ella pagarlo a plazos.
El día que lo recogí no lo olvidaré jamás, acaricié su preciosa madera de nogal europeo, su grueso cañón negroazulado, con la siguiente inscripción BRNO-ZKK 602   .300 WING MAG grabada en su costado, era bonito hasta aburrir; cerrojeé una y otra vez extasiado por su peso por su sencillo manejo.
Incluso creí ver un jabalí a la carrera cruzar el comedor de mi casa, el muy tunante me sorprendió saliendo de detrás del sofá y se hubiera escurrido hasta el pasillo de no haberlo parado yo en seco de un certero balazo en la paleta.
Ya se sabe quien hambre tiene con bollos sueña.
 Como no podía ser de otro modo, terminé llevando el anillo durante un tiempo y un par de años, después nos casamos.
Tardé tres largos años en poder sacar el rifle al campo con todas las de la ley, año tras año en las noches de calor, esperaba al jabalí en las bañas o siembras agosteñas. Pero en la caza no basta con tener un buen arma y una afición a toda prueba, la suerte determina el lance en la mayoría de los casos y la mía estaba de espaldas.
Seguía practicando la menor con distintos resultados, en la general no hacía gran cosa, no conseguía cobrar más de seis u ocho perdices por temporada.  Vista la dureza del terreno y practicando la caza en solitario tampoco eran moco de pavo.
En la media veda, los años de escasez codornicera mientras los demás socios enfundaban las escopetas porque ni sabían ni querían cazar torcaces,  yo me dedicaba a seguirlas , estudiar sus pasos sus costumbres y para llegar a conseguir perchas aceptables.
Tenía por entonces una perra de color blanco-acanelado llamada Melba. Aficionado al adiestramiento canino, la sacaba a diario y la enseñé a obedecer al silbato, la alimentaba bien y la trataba como deben tratarse a los animales, ni más ni menos. Como vivía  con nosotros en casa, se estableció entre nosotros un vínculo que iba más allá del entendimiento entre perro y amo.
 Eso en la caza se traducía en una compenetración total. Bastaba un gesto mío para que entendiera lo que pretendía de ella y obedecía con el afán que un perro pone en obedecer a su amo. Sin ser una fuera de serie colmaba mis aspiraciones con creces y me sentía más afortunado de ser su amigo que su dueño. Su lustroso manto contrastaba con los flacos y maltrechos perros del pueblo, asustadizos o violentos, signo de ser tratados a palos y alimentados con pan duro en el mejor de los casos.
Durante años tratamos de comprar un solar en el pueblo y al fin lo habíamos conseguido.  Todo un triunfo, pues el pueblo que marcó la infancia de un niño montaraz, le acompaña el resto de tu vida esté donde esté, si además caza allí, pasa a formar parte de ella para el resto de sus días. Así que después de echar cuentas, con el terreno ya en nuestro poder y no contando con suficiente dinero para construir, montamos una caravana que acabó convirtiéndose en campamento; con algo de ingenio conseguí dotarla de lo básico y hasta estufa de leña tiene.                                               
Los años fueron pasando, también para mí perra y  con diez a sus rodillas le costaba llevar el paso en el monte, así como subir los cinco pisos que separan mi casa de la calle tres veces al día.
 Me costó decidirme pero después de madurar la idea decidí  jubilarla allí con la comida, el agua, el sol y la tranquilidad que precisaba.
Seguí probando suerte con el rifle, cosechando un fracaso tras otro, a veces  conseguían  desmoralizarme,  aunque no minar mi pasión por seguir saliendo al monte a cazar.
Uno es cazador en la escasez y en la abundancia, y quieras que no termina aprendiendo hasta de los fracasos.
Un día me ofrecieron un cachorro y lo acepte, era bonito, despierto y tenía posibilidades como más tarde quedó demostrado, el mejor de la camada. Si tuviera el mismo acierto con la lotería como eligiendo perros sería sin duda millonario. La cara de arrobo y satisfacción de mi hijo cuando lo traía a casa en sus todavía pequeños brazos era todo un poema, casi no podía con él de lo gordo que estaba, pero seguro estoy que por nada del mundo lo hubiera dejado caer.
La perra mejoró por momentos, en apenas seis meses, consiguió vencer los límites que su artrosis le imponía y  aunque engordó un poco y se cansaba con relativa facilidad , cuando calentaba conseguía mantener un trotecillo cochinero que nos llenaba de satisfacción a ambos. Volvía la cabeza como si quisiera decirme:
 -Mírame aún puedo cazar, sácame al monte que yo te echo las perdices - Reconfortaba verla tan feliz. Pero el hombre es el único animal sabedor de la existencia de la muerte y yo como tal tenía la certeza que no debía quedarle lejos. Albergaba la esperanza de encontrar un día su acartonado cuerpo sin vida, dulcemente dormida , una muerte digna y sobre todo tranquila e indolora para tan noble animal.
Pero el destino traidor tenía otros planes para los dos, nunca deja tomarte un dulce trago sin obligarte a engullir otro bien amargo.
 El nuevo cachorro terminó llamándose Uncas. Poco después de acogerlo fuimos al pueblo de fin de semana, cogí el rifle porque tenía un precinto de corzo para el día siguiente. Al llegar a la puerta y no escucharla al otro lado temí lo peor, respiré profundamente y abrí resignado, allí estaba tumbada en su rincón al límite de sus fuerzas. Comprobé su tolva de comida, intacta, el agua también, delgada y temblorosa apenas podía mover el rabo para saludarme, la acaricié y con gran pesar la dejé tranquila.
Me levanté antes del alba para ir de caza, lo primero fue mirar la perra, seguía igual, en el mismo sitio y en el mismo estado. Las dudas me asaltaron entonces, no sabía si debía llevarla al veterinario, pues atiborrarla de medicinas no me parecía lo más lógico para alguien que espera a la muerte, con doce años y las rodillas artrosicas la mejor de las medicinas era la tranquilidad.
Partí con preocupación, el resto del sábado y la mañana del domingo siguió en el mismo estado, era doloroso verla así, aunque no se quejaba y parecía no sufrir su fin era inminente.
Hoy día aún pienso que tomé la decisión correcta, no me arrepiento lo más mínimo de soportar un gran dolor con tal de aliviarle el suyo a ella.
Con todo el sufrimiento que mi curtido corazón hecho pedazos podía albergar, la tomé en brazos, la subí con cuidado al maletero de mi coche y enfilé por el camino del Carrascal a cumplir nuestro destino. 
El monte estaba cerca, llegamos en pocos minutos pero se me antojaron una eternidad, dejé el coche en marcha donde termina el camino, la cogí en brazos y la llevé al pie de un árbol que repartía generoso su sombra, la dejé en el suelo con mucho cuidado, me senté a su lado, le miré directamente a los ojos  y con voz emocionada y temblorosa le dije:
 -Mi Chica, aquí termina nuestra historia, sabes qué debo hacerlo, también que me cuesta y que jamás te olvidaré, tu serena  mirada no indica reproche alguno solo está cansada, como tú lo estás de soportar el dolor en tus huesos, no voy a dejar que mueras sola de hambre, ni llevarte a una sala veterinaria donde te sientas abandonada extraña,  asustada. Te dejo aquí porque sé que amas esta tierra tanto como yo, mereces formar parte de ella y cerrar así el círculo de tu vida cazadora-.
 -Lo siento, te quiero-.
Un grueso lagrimón cayó directamente de mis ojos directamente a su aterciopelado hocico.
Fue mi  último regalo.
Caminé hasta el coche cogí mi rifle,  apunté y disparé.
Una horrible y enorme rosa de sangre desgarrada brotó de su blanco pecho, cayó hacia atrás fulminada, un cuervo graznó y el tiempo se detuvo.
Cerré los ojos y desde las alturas pude ver allí abajo, a lo lejos la figura de un hombre vencido, con un rifle en las manos; a pocos metros al pie de un árbol una perra muerta.
Sin duda ese disparo también me alcanzo a mí, destrozándome algo vital. Un vacío se abría paso en mi interior a empujones, crecía por momentos. Mi perra se había ido para siempre llevándose parte de mí consigo.
Algo que permanecerá para siempre junto a ella, en la sombra de aquel pino.
La vuelta a casa fue triste, en medio de una nube de irrealidad, y de dolor atormentado una sola idea venía a mi mente una y otra vez: 
¡Tiene cojones esta puta vida, el primer animal grande que he matado ha tenido que ser mi perra!.
¡MALDITO RIFLE.!
« Última modificación: Diciembre 02, 2013, 04:42:56 pm por LOBACO »

miguel angel

  • Visitante
Re:LA CULPA ES TUYA MOCHUELO.
« Respuesta #1 en: Diciembre 02, 2013, 05:38:56 pm »
Yo jamas mataria a un perro mio por muy malo que estubiera no seria capa me acordaria toda la vida y lo arrastraria

Desconectado JUANFRAN

  • Macareno
  • *****
  • Mensajes: 578
  • Karma: 11
  • Sistema Operativo:
  • Windows XP Windows XP
  • Navegador:
  • MS Internet Explorer 8.0 MS Internet Explorer 8.0
Re:LA CULPA ES TUYA MOCHUELO.
« Respuesta #2 en: Diciembre 02, 2013, 07:06:38 pm »
Veo que tienes un problema de recuerdo con esta perra LOBACO.  No te martirices, si la perra tenía todos los problemas que describes y ya, últimamente, dejaba la comida y el agua sin tocar, la única diferencia entre tu disparo y la inyección letal del veterinario es que "otro hubiera hecho la faena".  ¿De verdad crees que si hubiera sido el veterinario, y no tu, te quitarías el mal recuerdo de la perra de encima?  No.... a esa perra la recordarás siempre y espero que para bien... No circunscribas tu pensamiento al simple y mero hecho final que le quitó la vida.  Piensa en todo lo que le diste y lo que te dio y verás que no tienes, para nada.  que justificar una conducta que a mi se me antoja humanitaria.  Piénsalo bien LOBACO, hiciste con ella lo que humanitariamente había que hacer sin permitir que fuera otro el que lo hiciera.  Ah... y enhorabuena LOBACO... Lo que tu dices aquí no lo confiesa públicamente casi nadie (y en este campo tengo un poco de experiencia) y tus progresos generales narrando ¡¡son expectaculares!!.
¿Será que le pones el mismo corazón que te hizo apiadarte de tu perra? 

Desconectado tarteso39

  • Macareno
  • *****
  • Mensajes: 1084
  • Karma: 5
  • Encima la Encina
  • Sistema Operativo:
  • Windows Vista/Server 2008 Windows Vista/Server 2008
  • Navegador:
  • Chrome 31.0.1650.57 Chrome 31.0.1650.57
    • Antonio J. García
Re:LA CULPA ES TUYA MOCHUELO.
« Respuesta #3 en: Diciembre 02, 2013, 08:09:14 pm »
Vaya tela.. :-\ Menuda papeleta te tocó sufrir. La verdad que algo similar me pasó pero fue el veterinario quien le puso una inyección y se lo llevó. Eso sí, no pude ni verlo... :'(

"Cuando se comparte una cosa, normalmente su valor se divide, sin embargo cuando se comparte conocimiento su valor siempre se multiplica"

LOBACO

  • Visitante
Re:LA CULPA ES TUYA MOCHUELO.
« Respuesta #4 en: Diciembre 02, 2013, 08:26:26 pm »
Yo jamas mataria a un perro mio por muy malo que estubiera no seria capa me acordaria toda la vida y lo arrastraria
Compañero eso pensaba yo hasta que vi sus ojos, te aseguro que preferí pasar un grandisímo mal trago para ahorrarle a ella el sufrimiento de abandonarla en una desconocida clínica veterinaria que dicho sea de paso era Domingo.
Puede ser que no fueras capaz o puede ser que prefieras hacerlo tú para evitar la torpeza de otro, mi disparo fue fulminante ni se entero y eso descarga en parte mi culpa, hasta que no llega el momento no sabes como actuar.
Un saludo compañero.




Veo que tienes un problema de recuerdo con esta perra LOBACO.  No te martirices, si la perra tenía todos los problemas que describes y ya, últimamente, dejaba la comida y el agua sin tocar, la única diferencia entre tu disparo y la inyección letal del veterinario es que "otro hubiera hecho la faena".  ¿De verdad crees que si hubiera sido el veterinario, y no tu, te quitarías el mal recuerdo de la perra de encima?  No.... a esa perra la recordarás siempre y espero que para bien... No circunscribas tu pensamiento al simple y mero hecho final que le quitó la vida.  Piensa en todo lo que le diste y lo que te dio y verás que no tienes, para nada.  que justificar una conducta que a mi se me antoja humanitaria.  Piénsalo bien LOBACO, hiciste con ella lo que humanitariamente había que hacer sin permitir que fuera otro el que lo hiciera.  Ah... y enhorabuena LOBACO... Lo que tu dices aquí no lo confiesa públicamente casi nadie (y en este campo tengo un poco de experiencia) y tus progresos generales narrando ¡¡son expectaculares!!.
¿Será que le pones el mismo corazón que te hizo apiadarte de tu perra? 


No amigo JUANFRAN creo que con este mensaje puedo y debo pasar página de un a vez.
Será.
Un Abrazo querido galeno.

miguel angel

  • Visitante
Re:LA CULPA ES TUYA MOCHUELO.
« Respuesta #5 en: Diciembre 02, 2013, 09:10:46 pm »
Es lo que hay que hacer pasar pagina y seguir,por lo menos dejo de sufrir y ya esta. Yo tube un caso peor un dia de caza, menos mal que ese dia no pude ir los perros entraron a un cercado corriendo detras de unas cuantas ovejas y mordiendo alguna y a mi padre no se le ocurrio otra idea que a uno de ellos la mejor perra de caza con unos 7 años le disparo con municion del 7 a mas de 40 metros para que la municion le llegase sin fuerzas y se la cargo,una pena

Desconectado VIEJETE

  • Macareno
  • *****
  • Mensajes: 1617
  • Karma: 21
  • eppasico con migo.
  • Sistema Operativo:
  • Windows XP Windows XP
  • Navegador:
  • Firefox 20.0 Firefox 20.0
Re:LA CULPA ES TUYA MOCHUELO.
« Respuesta #6 en: Diciembre 02, 2013, 10:17:15 pm »
lobaco eso que cuentas es muy fuerte o duro, como lo queramos ver cada uno,
la verdad esque no sabemos como bamos a actuar en esas circustancias, tener que hacer lo que tu as hecho
es duro muy duro, no quiero ni imaginarme lo que tendrias que pasar, intento ponerme en tu lugar y casi no encuentro el sitio para ello, pero lo que si esta claro, es que no la tiraste a un contenedor ni a un monton de escombro, iciste lo que tu conciencia te dicto en ese momento y lo que creiste mejor para el animal.
y eso nadie tiene que cuestionarlo, grande,
gracias por compartir ese trozo de tu vida personal con nosotros.un saludo.
solo me gustaría saber lo que no se

Desconectado Mochuelo

  • Navajero
  • ****
  • Mensajes: 489
  • Karma: 13
  • Tranquilidad sosiego y armonía en los aguardos
  • Sistema Operativo:
  • Mac OS X Mac OS X
  • Navegador:
  • Safari 6.0 Safari 6.0
Re:LA CULPA ES TUYA MOCHUELO.
« Respuesta #7 en: Diciembre 03, 2013, 12:11:06 am »
Amigo Lobaco  dura decisión tuviste que tomar 
Valiente y compasivo y se que fue la más acertada , por las circunstancias del momento
Lo admirable es tu recuerdo y amor por tu compañera  eso  te hace especial como persona
El recuerdo de su vida en los mejores momentos será nuestro consuelo 
Siéntete privilegiado por haber disfrutado de su amistad y compañía
Fuerte abrazó para los amigos de los perros  :'( :'(

Desconectado adol

  • Administrator
  • Macareno
  • *****
  • Mensajes: 12729
  • Karma: 99
  • Cazar y seguir Cazando
  • Sistema Operativo:
  • Windows 7/Server 2008 R2 Windows 7/Server 2008 R2
  • Navegador:
  • Chrome 31.0.1650.57 Chrome 31.0.1650.57
    • La Web de las esperas al jabali.
Re:LA CULPA ES TUYA MOCHUELO.
« Respuesta #8 en: Diciembre 03, 2013, 04:03:38 am »
Eso no es sacrificar a un perro eso es una prueba de amor.
Si abates la mitad de lo que tiras, eres muy bueno, pero si tiras, solo, a lo que puedes abatir, eres de lo mejor.
La caza, la pesca y cuidar nuestro entorno, son nuestras herencias, respetemoslas.

Desconectado colmilloblanco

  • Macareno
  • *****
  • Mensajes: 2410
  • Karma: 2
  • Sistema Operativo:
  • Windows Vista/Server 2008 Windows Vista/Server 2008
  • Navegador:
  • Chrome 31.0.1650.57 Chrome 31.0.1650.57
Re:LA CULPA ES TUYA MOCHUELO.
« Respuesta #9 en: Diciembre 03, 2013, 07:32:16 am »
Una decisión muy,,,,,,,,, muy personal, y desde luego dolorosa.

Un saludo.   
"Para tener enemigos no hace falta declarar una guerra; solo basta decir lo que se piensa".

Martin Luther King

Desconectado hornetman

  • Macareno
  • *****
  • Mensajes: 941
  • Karma: 5
  • Es de ignorantes y necios creer saberlo todo.
  • Sistema Operativo:
  • Windows 7/Server 2008 R2 Windows 7/Server 2008 R2
  • Navegador:
  • Firefox 25.0 Firefox 25.0
Re:LA CULPA ES TUYA MOCHUELO.
« Respuesta #10 en: Diciembre 03, 2013, 01:59:38 pm »
LOBACO, te entiendo perfectamente ya que yo pasé por una situación similar a la tuya. Hace 5 años tuve que sacrificar a mi inseparable pointer, que con casi 14 años le salió un grave tumor que empeoró su de por si delicado estado de salud. Hablé con varios veterinarios por si había alguna solución y todos me dijeron que el tumor era muy agresivo, el animal muy viejo y que la única solución para evitarle sufrimiento era sacrificarla con una inyección indolora.
Me negué en un principio a sacrificar a mi perra "Copi", ya que desde cachorra fue una perra fortísima a la que solo le faltaba hablar. Aún recuerdo las muchas salidas que hicimos juntos. Por mi zona no abunda la caza menor, pero por donde ella pasase no se dejaba ninguna pieza atrás ya que poseía un olfato y unos vientos privilegiados, me deleitaba con unas muestras espectaculares y unos lances y cobros preciosos. En muchas de las muestras me quedaba tan absorto admirando su postura inmóvil, que me miraba la perra como diciéndome que acabase de una vez, que delante de su hocico había una perdiz o una liebre. Por todo esto me resistía a sacrificarla, me consideraba un mal amigo por el solo hecho de pensarlo, pero al final se impuso lo inevitable. No comía ni bebía, no se movía, tenía unos dolores intensos y una mañana me miró con ojos de pena como implorando que acabase con su sufrimiento. Pensé en llevarla al veterinario para la inyección o en hacerlo yo mismo de un disparo. Al final me decidí por el veterinario, ya que me fue imposible acabar yo mismo con mi perra del alma. La llevé al veterinario y se la dejé allí, ya que fui incapaz de verla morir, ni tan siquiera de volver a ver su cuerpo inerte, así que se quedó el veterinario encargado del sacrificio y posterior incineración de mi perra. Lo ultimo que recuerdo de ella fue al cerrar la puerta y verla mirándome con sus ojos cansados. Me fui de la clínica con el corazón roto, pensando que por un lado hacía lo correcto y por el otro que estaba abandonando a una amiga, a un trozo de mi mismo. Nunca más la volví a ver.
Posteriormente unos me han dicho que hice lo correcto porque si los matas tu mismo luego siempre te queda el cargo de conciencia y otros me han dicho que al dejar la perra allí y marcharme, pude dar la opción al veterinario de matarla por medios físicos (a golpes) y ahorrarse la inyección. Quiero creer en la honradez y humanidad del veterinario y que hizo lo que debía para sacrificar a mi perra. Pero aún me acuerdo de ese momento muchas veces y la sola idea de pensar en mi compañera de salidas al campo acabando su vida a golpes me revuelve el estómago.
Nunca se sabe que es lo mejor o peor, ya que cada situación personal es diferente, si las cosas se hacen desde el corazón nunca habrá mala intención. No es peor el que acaba con el sufrimiento de su perro por miedo a dejar a su mascota en manos de un desconocido, que el que lo lleva al veterinario para evitar ser él quien haga lo inevitable. Hiciste lo que creíste mejor desde el amor que sentías por tu compañera y no le des más vueltas. Solo piensa que estará en un lugar mejor.

Un saludo.

LOBACO

  • Visitante
Re:LA CULPA ES TUYA MOCHUELO.
« Respuesta #11 en: Diciembre 03, 2013, 04:33:56 pm »
Gracias a todos de nuevo, no creo ser más ni menos que nadie por hacer las cosas a mi manera como apuntas Hornetman son maneras de pensar y hechas de buena fe ambas son válidas en mi caso preferí sufrir parte de su dolor para evitarle así ir el stress de ir a la consulta.
Dejarla al pie del árbol descansando también ayudo a mantenerla tranquila.
Yo no creo en dioses , ni del cielo ni de la tierra prefiero pensar que su cuerpo fue devorado por los carroñeros del monte y que donde estuvo por última vez crece abundante y nutritiva hierba.
Sería lo justo.

Desconectado Manuel

  • Macareno
  • *****
  • Mensajes: 1917
  • Karma: 25
  • Sistema Operativo:
  • Windows 7/Server 2008 R2 Windows 7/Server 2008 R2
  • Navegador:
  • Firefox 25.0 Firefox 25.0
Re:LA CULPA ES TUYA MOCHUELO.
« Respuesta #12 en: Diciembre 03, 2013, 06:27:27 pm »
Si no recuerdo mal este fué el primer relato que te leí en su día lobaco, llamado entonces, "maldito rifle". Sin duda emotivo, sobretodo a todos los que tenemos o hemos tenido perros a los que queremos como algo más que un simple animal.
Encantado de volver a leerlo, y gracias por compartirlo.
saludos

LOBACO

  • Visitante
Re:LA CULPA ES TUYA MOCHUELO.
« Respuesta #13 en: Diciembre 03, 2013, 08:33:35 pm »
MANUEL eres un incondicional por lo que leo aún te acuerdas.
A ver si encuentro una foto bonita de la perra para colgarla aquí.
Gracias.

Desconectado Quatermain

  • Navajero
  • ****
  • Mensajes: 294
  • Karma: 8
  • Sistema Operativo:
  • Windows XP Windows XP
  • Navegador:
  • Firefox 3.0.19 Firefox 3.0.19
Re:LA CULPA ES TUYA MOCHUELO.
« Respuesta #14 en: Diciembre 04, 2013, 07:44:44 pm »
Amigo Lobaco, sé lo que es eso. Esa imagen, tardará infinito en quitarse de tu retina. Aunque sabes que no podias hacer otra cosa, es muy duro. Yo tuve que dispararle a "Moro" con la del doce despues de que lo atropellara un coche y le hiciera papilla las dos manos casi hasta el pecho. Pero yo no pude mirarlo a los ojos y le disparé por la nuca. Despues lo enterré bajo un peral. Y pienso que sigue alli como si tal cosa. Lo siento de veras Lobaco. Un abrazo.

 

acre-twicetold
acre-twicetold