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Órdenes y reglas para adiestrar a los cachorros

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Desconectado Buhogris

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Órdenes y reglas para adiestrar a los cachorros
« en: Marzo 14, 2014, 03:07:18 pm »

Órdenes y reglas para adiestrar a los cachorros

Estamos en el parón cinegético, en la época de veda de la menor. Sin embargo, ahora más que nunca, nuestros perros de caza nos necesitan, y no digamos si son cachorros recién adquiridos, de ahí que ofrezcamos unas órdenes y reglas para su adiestramiento.
Desde muy joven deberá aceptar el collar y aprender a ir con la correa, pero también sin ella. La orden es “pie” o “junto” o “fus”. Elegid la palabra que queráis, pero que sea siempre la misma. Si cambiáis de orden liaréis al perro. Dadle pequeños tirones si se adelanta o si se retrasa. Tened paciencia y dad tiempo al tiempo. Si le exigís que se siente (“sit”) cuando le dais una golosina y le decís “toma” o “coge” para que la coja de vuestra mano, habréis dado un gran paso adelante, casi sin daros cuenta, en su futuro adiestramiento, pues estáis haciendo que el perro cobre.
Está claro que, a pesar de su joven edad, el cachorro debe aprender a ejecutar pronto vuestras órdenes. Si al principio os parece que le estáis castigando, no os preocupéis, ya que llegará a ser pronto un juego para él. Acostumbradlo a estar atado a una cadena durante periodos más o menos prolongados. Es muy útil.
Cuando hayan pasado unas semanas, vuestro cachorro se quedará sentado a unos metros de vosotros con tan sólo levantar una mano o dar simplemente la orden “sit”. La idea de que va a obtener un premio le lleva a cumplir la orden o comando. De la misma forma, dando un golpe en nuestro muslo, el cachorro vendrá a sentarse a nuestro costado sabiendo que va a obtener una golosina. En la educación nuestro alumno asociará trabajo con juego. El fin principal de la sociabilización no es el de adiestrar, sino el de obtener una complicidad entre cazador y perro. El hecho de emplear durante el primer año órdenes claras y precisas nos permitirá trabajar sobre unas bases sólidas en su futuro adiestramiento, bien si lo realizáis vosotros mismos, bien si lo realiza un buen profesional. No entraremos en un conflicto continuo y en una lucha constante en su adiestramiento con una buena educación de base.
De todas formas, hay tres reglas que debemos respetar teniendo en cuenta la edad de nuestro cachorro: a) lecciones cortas; b) caricias en vez de golosinas; c) no finalizar una lección con una falta del perro (el final debe ser feliz). Al abordar la educación, ¿cómo corregir?, ¿en qué momento? Como he señalado anteriormente, el educador debe tener un cierto carisma, además de conocimientos y psicología. El perro está con nosotros para aprender, para evolucionar, para llegar al máximo de sus capacidades. No es pegándole como conseguiremos que se vuelva inteligente y que logre dar lo mejor de sí.
Pongámonos en el lugar del perro durante una sesión de adiestramiento: lógicamente, todo lo que el hombre quiere enseñarle le gustará más si coincide con sus propios intereses. Partir de este principio constituye la base de una educación correcta. Por ejemplo: llamo a mi cachorro, viene y recibe algún tipo de recompensa; así percibe la noción de obedecer a la llamada como algo agradable y la próxima vez puede que incluso lo haga mejor. Es un refuerzo del adiestramiento que podemos calificar de positivo.
En otro caso, y tras un determinado número de sesiones, el alumno sabe perfectamente lo que debe hacer, sin embargo hoy le da igual. Está distraído o intenta jugármela, negándose a responder a una orden que conoce como “ven aquí”. En este caso no voy a suplicarle, sino a cogerlo y a corregirlo: levantaré un poco la voz, le tiraré de la oreja, lo cogeré por la piel de la espalda y lo menearé un poco. Vamos, que manifiesto mi autoridad mediante un acto adaptado al carácter del perro y a las actuales circunstancias. Al animal que sabe lo que hace le interesa no volver a empezar, para evitar así situaciones desagradables. Se trata de un refuerzo negativo en el adiestramiento, pero refuerzo a fin de cuentas. Es una forma de razonar y de actuar análoga a la que utilizaríamos para enseñar a un niño que no es el momento de bromear.
"No subestimes a tu presa y prepara su caza,como el mayor de los retos"