Yo, además de replantearme la situación, optaría por echarle mucha menos comida, sin que me preocupe demasiado que esta se le pueda acabar, porque precisamente eso es lo que pretendo.
No es normal que sólo te entre ese cochino por sistema, de vez en cuando debería entrarte alguna piara o algún solitario y arrasar el comedero. Si esto no es así es porque esta muy cerca vigilando el comedero y muy picado con él.
Si después de una semana, aún te queda comida en el comedero, es porque le echas mucha, mucha comida, y estás produciendo el efecto contrario al deseado, es decir, que esta harto de comer, y no tiene ninguna prisa en acudir al comedero, pues lo tiene controlado y a su disposición cuando le apetezca.
Echale menos comida, que se le acabe y no le quede más remedio que alejarse del comedero a buscarse el sustento, y así, no tardando mucho, se encontrará con la sorpresa de que le han levantado la comida y pondrá más cuidado y más celo para que no le vuelva a suceder, y vendrá presto de donde esté para ver si hoy hay o no hay comida. Y te aseguro que aprenderá el día que le cebas y no faltará a la cita.
Si tienes la sana costumbre de aprovechar la noche de la espera para cebar una vez acabada esta, no lo hagas mas. Es mejor hacerlo antes de hacer la espera. No te preocupes. Si tiene que elegir entre quedarse sin comida o aguantar tu olor, elegirá lo segundo.
Ah! Y no le enredes demasiado que no les gusta y aprenden rápido.