Esperas al Jabalí
GENERAL => Relatos => Mensaje iniciado por: eduardo en Octubre 20, 2014, 01:24:55 pm
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Tarde de Mayo serena y templada. Tarde de paseo por la finca con el rifle colgado al hombro izquierdo, por si acaso. No busco ningún cochino en concreto pero si anhelo al ''machaco'' que carea por la umbría. De vez en cuando deja su tarjeta de visita por aquí y por allá, como los magos. ''Tarjeta'' grande y profunda, jeta grande, cuerpo grande, colmillos grandes, que lo vi una mañana y se le ven los ''cirios'' a muchos metros. Me obsesiona volver a verle y en esta tarde tranquila, con el campo en explosión de vida, apacible y calmo, es posible que él u otro quieran moverse aún con el sol alto. Camino despacio, que las prisas no son buenas atalayando terreno desde los altos mientras hago asomadas prudentes en los balcones de las risqueras mirando inquisitivo a los calveros de los jarales. Nada. La tarde cae y decido bajarme a la charca de La Umbría a sentarme un rato, por si le diera a alguno por acudir pronto. Pero el aire, que ha estado sereno toda la tarde, en el encajonamiento de la charca entre dos cerros, hace filigranas de ruleta y después de un rato sentado, decido irme. Camino hacia la salida y recuerdo que tengo que pasar por la zorrera del alcornoque, habitada este año por tres cachorros que ya se asoman a los canuteros para esperar a la madre. Paso a paso llego al sitio ya con el sol puesto y allí están los zorrucos esperando a su progenitora que precisamente también llega en ese momento con algún despojo de comida para ellos. Corren al encuentro de ella y corro yo también a cortar la huida a la zorrera. La raposa me ve y grita su alarma, desapareciendo entre matas. Los zorrillos corren hacia mi y consigo hacerme con el más próximo mientras los otros se embocan en el bardo. Es un machete que agarro por el cuello sin apretarle. Todo ha sido muy rápido y lo primero que pasa por mi cabeza es darle un mochazo y acabar con todo. Lo miro y no puedo mientras me acuerdo de un amigo que ya ha criado varios en el corral de su casa y decido llevárselo. Me encamino al coche y al poco siento unos pasos detrás de mi. Al girarme no puedo hacer otra cosa que sorprenderme. La madre del cachorro me sigue. Ha debido ver la captura entre la fusca y viene a reclamar a su hijo. Me paro, se acerca a unos dos metros y ''guarrea'' para intimidarme o pedirme, no lo sé, que se lo devuelva. Estoy atónito, no salgo de mi asombro y avanzo hacia ella que recula manteniendo la distancia volviendo a ''guarrear''. Pienso en descolgarme el rifle y matar ''cuatro pájaros'' de un tiro pero tampoco puedo y agachándome suelto al inocente proyecto de depredador que al verse libre corre hacia su madre mientras ésta lo huele y girándose vuelve sobre sus pasos para regresar a la zorrera con el zorrezno detrás. Los veo perderse en las sombras y ahora si, regreso al coche con una extraña sensación por lo vivido pero con la conciencia tranquila. Ya nos veríamos en la temporada general, en las batidas zorreras y entonces..., entonces las cosas serían distintas. Esa noche dormí muy bien...
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P.D. Los cachorros se criaron bien y acabaron marchándose a hacer sus vidas. Algún compañero del coto me recriminó mi decisión y me llamaron tonto por no matar los zorros. Alguno lo entendió pero yo fui el que lo viví y creo que acerté en mi decisión. Qué cosas más raras me han pasado... Continuará.
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Eduado, man encantao tus anendotas :) :) :) Esta del zorrete me h conmovio y tooooo :)
Yo fuera hecho lo mismo 8). Hace unos años pillé a mano una liebre encamá , y... anillarla y soltarla fué una de las experiencias que mas me han llenao de la caza :) :) :) , pero, como dices... a la semana fuí con el palo de fuego a ver si la veia y entoavia la estoy esperando ;D . Un saludo
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Amigo Eduardo,a quien te recrimino y te llamo tonto por tu forma de actuar,yo le hubiese corregido y le hubiese dicho que tonto no,CAZADOR.Aunque seguramente confunda el significado de esa palabra,por muchas armas que tenga y muchas reses que tenga abatidas :-\.
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Nunca, nadie, jamás puede juzgar la actitud de alguien en un momento puntual e íntimo y, menos aun, si el acto no entraña crueldad sino todo lo contrario...
Me ha gustado.
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Igual me equivoco pero igual no, la persona ó el compañero que critica esta acción seguramente sera la misma persona que te hubiera criticado si hubieras decidido acabar con los 4 pájaros.
Esta acción Eduardo te honra, y como dice el compañero Camposolito nadie te puede juzgar por ser cazador y mucho menos por tener sentimientos.
Un saludo.
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Sorprendente y valiente reacción tuvo esa madre al seguirte y reclamarte su cachorro a tan corta distancia. Y que suerte tuvieron ambos de que tomases esa decisión.
saludos.
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yo te entiendo perfectamente, pues soy de los que no le gusta matar zorros, que no mal interprete nadie
estoy de acuerdo que hay que abatirlos, pero a mi me cuesta dios y ayuda por la relación entre nuestras mascotas
no se quizás no estoy todavia formado en el control de depredadores, pero me cuesta y eso es mi decisión
si alguien me dice tonto, pues a lo mejor si, pero, me gusta serlo en ese aspecto.
hiciste lo correcto un saludo, y buena anécdota.
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Que listos son los zorros y los que no lo son, ven tu postura, te huelen y ya saben el estado animico de con quien se estan jugando los cuartos y esta vez mas que un estado animico era de conciencia de una cabeza muy bien montada.
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Que listos son los zorros y los que no lo son, ven tu postura, te huelen y ya saben el estado animico de con quien se estan jugando los cuartos y esta vez mas que un estado animico era de conciencia de una cabeza muy bien montada.
Y aunque dificilmente se puede probar ahí queda eso, jejeje.
Muy bonito el relato.
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Eduardo preciosa la anecdota me a gustado mucho gracias por compartir un saludo
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Muy bueno Eduardo. Y en efecto, como ya han dicho, fue tu decisión, eras tú el que estabas allí. Podrías haber elegido 0 ó 4, cualquiera de las dos cosas respetables. Yo ... me hubiera gustado elegir cero, como tú.
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Hay que ver las cosas que nos pasan en el campo ..!!
Me ha gustado mucho compañero y demuestras una gran sensibilidad
Yo sería incapaz de matar un zorro o cualquier otro animal seguido de sus crías , es algo que no comprendo ,
Enhorabuena y gracias por compartir tus anécdotas
Saludos
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Muchas gracias a todos por vuestras respuestas. Pero amigos míos, que nadie se lleve a engaño pues cuando tengo que apretar el gatillo, aprieto, sin que me tiemble el pulso. Eso si, hay un tiempo para vivir y otro para morir respetando siempre las leyes naturales. He cazado en mi vida un número escandaloso de zorros. Me he dedicado y me dedico ''a ellos'', me gusta cazarlos pero ese día, ya lejano, no era el día para hacer lo que no me hubiera perdonado nunca. No podía cortar unas vidas tan afanosas por la supervivencia. Habría sido cruel y absurdo. Aquella zorra crió allí dos años hasta que en una de nuestras batidas alguno de nosotros la abatió, seguro. Eso si, murió, ella y sus hijos, en su tiempo y ''por derecho''. Un abrazo a todos.
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Es que una cosa es "matar" y otra muy diferente "cazar".
Y lo segundo no implica lo primero, porque para haber cazado no hace falta haber matado.
Difícil "concepto" que a muchos de nuestro gremio y de fuera de él no les entra en la cabeza, y así nos va.
No se donde leí que mucha de la culpa de la fama de mentirosos y exagerados que tenemos los cazadores la tiene el hecho de que en el campo suceden cosas casuales e inverosímes mucho más frecuentemente de lo habitual. Así que no cuentes mucho estas cosas que más de uno no te creerá.
Otro día te cuento como otra raposa se llevó mi paquete de "Fortuna" y se meó en él.
Bonita experiencia Eduardo.
Un abrazo.
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Tienes razón, amigo Ruiz. Quizás sea mejor dejar de contar estas cosas verídicas por aquello de los escépticos que me puedan tachar de fantástico. Un abrazo.
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A tu actuacion solo cabe ponerle un 10 el cazador no disfruta matando lo hace cazando.
Cuando un animal se acerca a ti reclamando algo que le pertenece es sinonimo de valentia , enfrentarse a la muerte con valor quizas el ser humano no lo haria y al fin y al cabo ellos viven ahi y son parte del medio.
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Lo primero pedir perdón, Eduardo, por no haber descubierto esta "preciosidad" de relato en su momento oportuno (bastante antes de lo que lo he hecho). Después manifestarte que lo templado de la narración, preñada de acertadas "expresiones cinegéticas" y, sobre todo, su propio contenido de cazador cabal, me han dejado algo más que impresionado. Es muy cierto lo que dice RUIZ de que cazar no implica, necesariamente, matar. Tu y yo (y muchos cazadores) sabemos que a esa cría de zorro la cazaste a ley, pero perdonarle la vida, gracias a la generosa y peligrosa "actuación" de su madre, que desde luego juzgo como impresionante, fue lo que debía hacerse ante la preciosa descripción que haces. Mi cordial enhorabuena por ello y, porfa, que no nos falten anécdotas de esta enjundia que hablan mejor de los cazadores que todas las que, de contrario, hablan de cuantiosas capturas más o menos bien resueltas.
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Con mi triste opinión tengo que decir, que no veo el motivo ni motivos algunos para dejar de contar nuestras cosas
la crean quien las crea o no.
Me parece real mente triste que estemos pendientes de esos que ríen o lloran, dentro o fuera
creo que a sido una fantástica experiencia y bonita e entrañable para compartir la y no veo la necesidad de tener que privar a aquellos que disfrutamos de Hello.
Claro que cada uno es como es, y cada cual hará lo que crea necesario, pero por mi parte te pido a ti Eduardo y a todos los que creemos en nosotros que no pareis de contar lo que creais necesario y dejemos de pensar en los de fuera y en otros.
Todas las historias son bonitas cada cual a su manera y estilo sean relés o no, por eso no deja de extrañarnos y hacernos disfrutar.
un saludo amigos.