Os voy a contar otra anécdota de su dureza.
Allá por el mes de abril, andaba yo en mis quehaceres detrás de los capreolus, al atardecer cuando.....coño, un jabalí.
Como aquí en Castilla y León se puede cazar el jabalí con los precintos del corzo, la ocasión me la pintaban calva.
El jabalí en cuestión se veía que era un machete ni grande ni pequeño de unos 50 Kg, tenía en el carcaj una flecha con una punta simoons afilada lo mejor que se puede a estas puñeteras.Estando él, a la orilla del monte, abro el arco, dejo volar la flecha sus 14 o 15 mtrs y...catacras,oigo un ruido raro, veo que la flecha apenas penetró y estaba algo delantera .El jabalí salió como un cohete rompiendo la flecha. Veo que a la flecha le faltaban cerca de 20 cm.
La flecha atravesó el omoplato y se paró contra el humero de la otra pata .
He de aclarar que el jabalí no lo cobre, aunque lo busque...pero mucho.
Os preguntareis, ¿ y si no lo cobro,como sabe esos datos?
Porque ayer un amigo mio, me llamó para decirme que había cazado un jabalí, y al desollarlo, vieron la parte de la flecha con la que se fue el jabalí hace 2 meses.
Tenía la herida totalmente curada, solo encontraron el trozo de flecha al abrirlo, estaba gordo y sano y ni tan siquiera cojeaba.
Me alegré por el jabalí que sobreviviera a aquel lance, aunque solo pudiera disfrutar de la vida 2 meses más.
Conclusión, el lance se resolvió.
PD : No me gustaron las puntas.