Fue el último año en ese coto en el que me nacieron los dientes caceros.
Tras abrirse la veda por el abuelo, mi hermano y yo nos hicimos con la muestra, bonitos venados de 14-15 puntas, nada del otro mundo, pero que a uno le relajaban de cara al resto, afinando ya de verdad para buscar ese gran trofeo sin tener miedo a volverse bolo, como tantas veces al final nos había pasado.
Digo que se me altera el orden porque no recuerdo quién hizo primero la muestra, sí recuerdo apañar una mañana el bicho y planear un descanso en Madrid de un par de días para volver a la faena. Y así fue. Volví una tarde, el abuelo no había rellenado ni pisteado, y decidí directamente cargar para echarle comida, echar la comida, ponerme sin pistear y sin saber en el puesto del Llano. El Llano, decíamos, pues tras bajar de la sierra hacia la casa, subía un laderón entre espesares y olivas que remataba en un llano, de no más de 300m de ancho, y un par de kms de largo, con siembras, buenas encinas y también olivas. A un lado y delante, la finca vecina, una joyita de pocas Has enclavada en una reolla entre dos grandes fincas caceras, y delante, la Reserva del Estado que nos nutría a todos.
Es de esos sitios querenciosos. Da igual donde pongas la comida, en el prellano en unas limpias que hicimos, más arriba, más abajo ... los bichos al llano. Por el pelao. Y si no hay comida, también al llano.
En mi estreno del 308W seven fuimos mi hermano y yo, los de siempre, ya en septiembre, sólo quedaba una siembra en pie, al lado de la casa de los cabreros. Lo echamos a suerte y el otro, ¿dónde?, al llano dijo el abuelo. Pero si no hay nada. Ni comedero ni rastrojo ni ... Al llano, en esta época al llano, sin pistear, sin dudar. Pues mi hermano tuvo "la mala suerte" de tocarle el llano, y aún con el sol dando caña tuvo "la peor suerte" de pinchar un venado. Menos mal que yo estrené el seven con otro venao que entró de la casa de los cabreros hacia la sierra
Pues ahora en la cabecera del llano, la comida habitual, par de cubos de higos pasiques, 2 de alfalfa, uno o dos de maíz, pan, etc... y así desde el 10-15 de Agosto, cada 2-3 días. Mi hermano había estado allí de estreno y había tenido un 12 puntas muy majo tumbado berreando, y un cochinazo enorme con unas amoladeras como pelotas de ping pong brillando a la luz de la luna, pero si estamos a setas estamos a setas, qué coño cochinos. Y cómo para llevarle la contraria al abuelo.
Pues allí me fui yo sin pistear. Un sitio fantástico, en una esquina de la finca, que molestaba poco, y desde el que oir dónde cargaban para así elegir al día siguiente.
Visto que allí entraban los animales de todos sitios, no sólo de dónde se esperaban que era "de delante", tras juntarse las tres fincas en un pico, subía un olivar de la joyita vecina que al final se tornaba en monte y remataba en el llano. O por los barrerones desde la casa, también cruzando el camino y pasando al llano. Y de las laderas que bajaban hacia el pueblo. Y desde atrás. Por todos sitios. Pues puesto en alto, cómodo, en la encina. La comida en el pelao.
Aún entre dos luces ya llegaron las ciervas a expulsar a las corzas. Se juntaron 6 ciervas. Al poco entró el venado, un 14 puntas majete, como el de la muestra, bramando que allí estaba su harén. Se hizo la noche cerrada de luna nueva y alli seguían, las ciervas se tumbaban y el venado alguna vez paraba de berrear para llevarse algún bocado. La verdad es que uno no se cansa de tener ese espectáculo cerca, aún cuando se acostumbre.
Otros venados se acercaban por esa frontera indefinida que la noche difumina más entre las dos fincas. Se aproximaban lentos pero seguro. Berridos largos, potentes, como el que tenía delante mía. Y de vez en cuando, uno corto, grave, quedo. Los que habéis cazado en berrea seguro que os imagináis la situación, uno OOOOOOOOOOOAAAAAAAAAA, OOOOOOOOOO, OOOOOOOO, OOOOOOOOOOOOOO el otro lo mismo OOOOOOOOOOOOOAAAAAAAAA, OOOOOOOOO, OOOOOOOOOO, OOOOOOOOOOO que te suenan a gloria y de repente hay uno que dice OOOO, grave, una vez, los demás cayan, OOO, y tú piensas. Ese. Quiero ver a ese. Y lo demás te suena a venados satélites, ya casi ni suenan.
Pues así venían. Decía uno OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO. Le contestaba el del llano con un OOOOOOOOOOOOOOOOO igual de fuerte. Y otra vez. Y otra. Y se acercaban. Y de vez en cuando. OOOO. Ese.
Tuvieron que pisar el mojón de las tres fincas, cruzaron al olivar conmigo rezando para que no tuviera ningún vecino en la ladera previa, un tiro en ese momento no me hubiera sentado nada bien. Mi venado estaba cada vez más nervioso. Subieron por la ladera y arquearon hasta entrar por el pico, a mi izquierda. Una. Dos. Tres. Cuatro. Cinco. Seis ciervas. No se mezclaron. Eran dos harenes diferentes. Como la comida se esparcía en 30x40 m aprox., había sitio para los dos harenes. Yo esperaba al del bramido corto y ver quién ganaba la pelea. Pues allí apareció el macho, por la izquierda. Allí le esperaba el de la derecha. No se llegaron a juntar. Bramaron lo que no está escrito. Cabecearon. Marcaron una línea invisible que dividía el comedero. Mis 6 ciervas a la derecha. Mis 6 ciervas a la izquierda. Con el monocular 1ª prestado y con la misma batería de cuando se compró apenas podía distinguir que el segundo venado era del estilo del primero. Tan así era, que ni se pegaron, ni se corrieron. Se sabían iguales y cada uno vigilaba lo suyo, marcandose a no más de 3-4 cuerpos de distancia. OOOOOOOOOOOAAAAAAAAAAA va OOOOOOOOOOOOAAAAAAAAAAA viene, estirando el cuello para que su berrido llegara más lejos.
Bien pasado el rato, de frente justo, pero con más de media hora allí los venados ... una cierva, dos, tres. Sólo tres. ¿De dónde vienen estas? Y sólo tres. Dejándome los ojos escudriñando las sombras en los límites del llano. Allí apareció un bulto de macho al fin. Y dijo .... OOOO.
Aún se me pone la piel de gallina al recordar como los dos venados que miraban hacía allí se habían callado hacía rato y cómo salieron corriendo cada uno hacia su espalda sin abrir la boca y sin ningún pudor. Allí quedaron 6 + 6 + 3 ciervas. Allí entro un macho de verdad. Allí se cuadró, estiró el cuello y dijo .... OOOO. Tomó posesión del llano. Aquello era un cuello, aquello era un cuerpo.
Con el monocular a duras penas le vi puntas, pero sí le vi el grueso de las cuernas. El largo y el ancho. Aquello era un venado con poderío. Y no me hacía falta verlo. Lo sabía.
Cuadrado. En el llano. A 30 metros de la linde más cercana. Estaba metido en la cruz del swaroski, iluminada. En el codillo. Quité el seguro. Y cometí el fallo de no disparar. El abuelo exigía que ya sólo grandes animales, medallas, que no admitía más mediocres, que asegurásemos. Y como habían estado las cosas antes ... Decidí dar la luz y asegurarme. Uno que además de gilipollas a veces suele ser siempre muy bien mandao. También estaba confiado. Había 30m hasta la linde. Encendí la luz y se puso de culo ipso facto. Allí le tenía. 12 puntas. Pero qué 12 puntas
Mira que de culo estos animales siempre parecen más grandes. Pero es que era enorme, con unos cuernos como chaparras, gruesos, ancho, abierto. De culo. Dame un lado. De culo. Gira sólo un poco. De culo. Empezó a andar. De culo. Dame un refilón. De culo. De culo. Se metió en el monte.
Así fallé ese venado. Sin dispararle. Por tirarle la luz.
Me puse muy triste. Increíblemente triste.
Luego repitieron varios amigos en el llano a por él, pero no se presentó. Sí lo hizo el de las pelotas de ping pong por amoladeras, a un amigo que cuando iba a corzos veía cochinos enormes, cuando iba a cochinos veía corzos, y cuando iba a venaos veía cochinos y corzos enormes. Nunca había visto un cochino tan grande, decía, y le había tirado la luz por el gusto de verle. Como pelotas de ping pong decía. Luego me entró a mí en la Encina. Pero si estamos a Rolex estamos a Rolex. ¿O era a setas?
En la montería de ese año cobraron un venao oro. 12 puntas. Ancho. Largo. Grueso como chaparras. Juro que era él. Mi señor del llano. Mi Dios Venao o su primo. Aquél día no se rió cuando traspuso, supo respetar a quién quiso verle y quién no quiso tirarle de culo. No se lo merecía.
Tema: Historia de otro fallo (Capítulo III). El venao del llano. (Leído 5104 veces)