Desgraciadamente voy a escribir con pocas o nulas ganas este post, pero quiero despedir y a la vez rendir homenaje a mi compañero cinegético, a un miembro más de la familia. Se trata de mi Bretón "Pillo", el cual tengo de imagen de perfil en el foro desde hace muchos años.
Hoy 12 de julio, cuando me he desplazado a mi parcela, donde tengo la perrera en la que convivían mi Bretón "Pillo" de 10 años de edad y mi teckel "Luke" de 2 años de edad, me he dado cuenta enseguida de que algo iba mal, ya que al llegar con el coche, solo ha salido a recibirme "Luke", pero no "Pillo", cosa que me ha extrañado porque siempre es el primero en salir y hacer alegrías a mi llegada, porque era un perro extremadamente cariñoso.
Por desgracia mis sospechas se han hecho realidad porque al entrar enseguida a la perrera, me he encontrado a "Pillo" tendido y fallecido. El bajón ha sido brutal, no sabía que hacer y entre la pena y el dolor he llamado al veterinario. Me ha pedido que mirase bien al animal por si tenía algún signo exterior que pudiese relacionarse con la muerte, ya que sino podría deberse a causas naturales u otras desconocidas. Tras mirarle el pelaje he detectado el problema. Le he enviado una foto al veterinario y me ha dicho que era compatible con la ha picadura un alacrán grande o incluso una víbora.
He enterrado a mi infatigable compañero en un lugar privilegiado de mi terreno para que siga disfrutando de sus carreras por el campo y allá donde vaya seguro que sigue con su pasión presiguiendo a conejos, liebres y perdices.
El siguiente momento duro ha sido llegar a casa y dar a la familia la mala noticia, lo cual ha generado muchas lágrimas y momentos de dolor, especialmente en mi hija que lo eligió de cachorro cuando tenía 26 días de vida y tenía un vínculo muy grande con el perro.
Ahora mismo me juro a mi mismo que nunca más volveré a tener otro perro y revivir momentos tan duros como el actual.
Para terminar, decirte que has sido un magnífico compañero, que ha dejado una profunda huella en nosotros y solo espero que en mis salidas al campo sigas a mi lado aunque no te vea y si te vas a otro lugar, espérame que más tarde o más temprano volveremos a reunirnos.
Descansa en paz.