Esperas al Jabalí


MEMORIAS DE UN ABORIGEN. Cabromochos de Calidad Suprema.

Autor Tema: MEMORIAS DE UN ABORIGEN. Cabromochos de Calidad Suprema.  (Leído 10202 veces)

LOBACO

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MEMORIAS DE UN ABORIGEN. Cabromochos de Calidad Suprema.
« en: Febrero 02, 2015, 04:23:43 pm »

Cuando comencé en este enredo de los foros hace ahora unos tres años nunca pensé en forjar amistades tan profundas como las que ahora tengo la suerte de disfrutar.

Frases como “Vente a mi pueblo cuando quieras de espera o de menor”, ”He visto en el foro que andas buscando perro, en cuanto la mía dé a luz tienes uno”, “Cuando los cochinos se coman mis uvas vienes y les sacudimos”, “Este finde voy a la finca si te decides a venir serías bien recibido”, “Con ese arco podrías disfrutar tirando con nosotros”, ”Te espero en los montes de Toledo”,  “si tienes algún mareo legal te lo soluciono sin cobrarte un duro”, “tienes que venir y entrar a un agarre a cuchillo”, “Cuando vengas por el sur nos jartamos a pescaitos, cervezas y matamos un cochino”…han sido habituales durante este breve periodo de tiempo.Gente cojonuda de la que ya apenas hay, con la que tengo una especial relación y siento especial afinidad que trasciende distancias y fronteras ideológicas. A todos ellos y a  alguno más va dirigido este relato real como la vida misma. Con todo el orgullo, cariño y corazón de alguien que ha encontrado la amistad cuando hacía ya mucho tiempo que no creía en ella.






Atardece, desde la fría y dura cinta de asfalto. Pétrea autovía que me acerca a mi destino partiendo en dos los rasos manchegos. Desde mi coche observo el naciente ocaso. No es lo mismo, ni siquiera se le parece. Atalaya viviente y rápida que devora kilómetros en lugar de disfrutar el paisaje. Máquina infernal e imprescindible que nos sirve para alejarnos de la embrutecedora ciudad hasta el corazón de la propia naturaleza. Ciudad que día a día devora nuestra alma haciéndola más insensible a las miserias humanas. Más la mía no ha de conseguirla cuando aprovecho sus  arteros artilugios para huir de ella. Quizá un día para siempre. Hoy me conformaré con un viaje de caza del que me serviré para darle una digna patada en las pelotas al maldito fantasma de la crisis.
 Creo que lo llevo todo, dos escopetas y la carabina de a.c. por si las moscas. Mochila de rastreo por si pintan bastos. Mochila de desuelle con su juego de cuchillos y guantes anticorte, por si hacemos carne. Seis kilos de sal para curar las pieles si es que cazamos alguna bonita. Mosquetones, cuerdas y ocho por si hay que rescatar una res de los barrancos abismales, nunca se sabe.  Perchas y cuerdas para colgar y desollar la caza que este aspirante a artesano gusta de trabajar con su herramienta. Perchas para la menor, dos cuchillos de caza, chalecos y seis cajas de cartuchos de sexta. Cuatro cajas de balas y ropa de abrigo de sobra. Collar electrónico y una colcha para tapar los perros por la noche. Cámara de fotos por aquello de inmortalizar los lances. Dos cajones de naranjas que quiero traer llenos de carne y otro con los ingredientes necesarios para preparar un gazpacho manchego que allí llamaran “galianos”. Con mi hijo en el asiento de al lado y mis perros detrás podría decirse que a falta de mi mujer casi todos mis tesoros viajan a bordo de mi 4x4.
Visto mi vieja ropa de caza y mis botacas de invierno, el LOBACO es el mismo en cualquier sitio donde vaya. Aunque no quisiera decepcionar a nadie que espere encontrar en mi a un tipo genial y por desgracia se encuentre conmigo. Sin afeitar como casi siempre con la vista clavada en la carretera y la mente perdida en  divagaciones sobre el terreno a cazar y el desarrollo de la cacería. Nunca voy a monterías por la fauna de “portarifles” que se creen cazadores y ni siquiera conocen uno. Ni me fío de ellos ni me gusta lo que suelen hacer, simplemente por no juntarme con ellos ni arriesgarme a recoger una bala perdida. Voy a una cacería muy diferente. Me aseguraron que acudía a un gancho entre amigos  y con escopeta. Ese es ya otro cantar, veinte posturas como mucho en varios cortafuegos y una mancha llena de guarros con el cortijo a medio kilómetro. Comida bebida y amistad para rematar la jornada, nadie en su sano juicio podría resistirse a semejante plan.
A mi coto ya ni subo, no me compensa. Pocas y duras perdices que requieren un esfuerzo demasiado grande para alguien que trabaja duro. El viaje agota y andar tras ellas con más de cuarenta no es lo mismo que cuando tenía veinte. El terreno es ondulado y exigente y las pocas o muchas perdices que hayan por suerte muy salvajes. Aún así quizá una vez al mes andaría tras ellas a probar suerte si la víspera pudiera hacer un puesto a los cochinos. Pero no podrá ser, la desidia y la ignorancia anidan en las mentes de la mayoría de los socios.  La mitad piensan que matar un gorrino en invierno a las tres de la mañana es un lujo que debería pagar a parte. Que eliminarlos del coto no es hacer un bien a la agricultura sino a mi despensa. Y yo que neciamente pensaba que eran ambas cosas. La otra cree que pueden hacerse las esperas “con menos papeles que una liebre”. Y en medio yo harto de aguantar las dos posturas.
Con este y otros pensamientos continuo viaje con la noche caída ya. Un relajado y agradable tránsito por una tierra que me resulta  más que familiar. 
GONZALO.
Voy al encuentro de mi amigo Gonzalo, al corazón de Sierra Mochuela. Un muchacho más joven que yo con mucho más pelo y con una agradable sonrisa. Ha tenido la suerte igual que yo de pasar sus días de vacaciones escolares en plena naturaleza y eso deja huella. Su poblada y oscura barba enmarca unas agraciadas facciones y le da cierto aspecto de bandolero. Unos enormes ojos revelan su carácter afable y conciliador. Pocas personas conozco con su calidad humana, tan leal con los suyos. Anfitrión e invitado agradecido que no se ve nunca satisfecho por más agasajos y atenciones que tenga con sus amigos. Poco tardamos en entablar amistad cuando nos conocimos y poco tardé en invitarlo a “La Lobera”. Le espero en la gasolinera del pueblo más cercano y cuando llega nos abrazamos sin vergüenza como hacen los amigos de verdad. Se monta en su coche y nos guía hasta su cortijo donde nos espera su padre y el amor de una lumbre campera. Al llegar descubro una gran casa de campo y las naves para las labores, árboles y más árboles y un patio grande donde suelto a mis perros que ya están más que hartos de coche.
Mi amigo cocina una oronda y jugosa tortilla de patatas con aceite de verdad. El vino es delicioso y la compañía inmejorable. Cuando caen de sus posturas sin haber visto ni rabo Alfonso, Ángel y el hermano de Gonzalo termina sus quehaceres cenamos opíparamente. Tras la cena se hace entrega del regalo del grupo de amigos ha conseguido para Gonzalo, un podenquete andaluz con el hocico largo e inquisitivo que ya hace sus primeros pinitos tras los conejos.
Y es que una persona que pasa la mitad de sus vacaciones limpiando y pintando su cortijo para invitar a sus amigos merece un podenco o quizá una rehala entera.
ALFONSO.
Por la mañana el suelo ha cambiado sus ocres tonalidades por los monocromos y blanquecinos matices de un manto de tupida y gélida escarcha. Nos levantamos con el ánimo por las nubes dispuestos a disfrutar el día que promete venir cargado de caza, emociones y camaradería. El frío ni se siente, un café “cortijero” y una visita a la viña para mejorar el tránsito intestinal sin ayuda de “bififus” ni libro de ese libro que necesitan “los paletos de ciudad”. Ya estamos listos para partir haciendo tiempo hasta que nos avisen. Medico y suelto los perros y mientras se solazan echo un rato bueno con Alfonso.
Es un hombre mediano, de ojillos inquisitivos y sonrisa franca. Tiene cierto aire entre el granujilla y el empollón de la clase. Aún siendo de letras es todo un experto en maquinaria y un artesano del cuero y los cuchillos. Un improvisado cocinero y  supongo que sería capaz de pilotar una avioneta estudiando dos vídeos de internet. La dedicación y la excelencia que dedica a todos sus trabajos se ven claramente en los resultados. Sorprende la educación y humildad en una persona que sabe casi de todo y esa es la cualidad que más admiro en él. Esa y que tiene los arrestos suficientes para perder media mañana acarreando reses desde el fondo de un barranco porque al igual que yo la carne que mata no la abandona.
Unos problemas burrocraticos dan al traste con el gancho, que se le va ha hacer. Y la verdad no me extraña, unos tipos armados y vestidos de verde no pueden tramar nada bueno. ¿Un gancho a los cochinos decís?¿Estáis locos con los pocos que quedan? Esos animalicos no merecen que los matéis hombre, sed civilizados y dedicarse al amor. Mejor todavía nos dedicamos a ensoparnos con las cojonudas gachas que prepara Alfonso en dos patás. Luego tertulia al amor de la lumbre y arreglamos medio mundo en un pispás. A última hora improvisamos un campo de tiro y aprovechamos para limpiar armas y repasar mecanismos con la esperanza de ponernos a la espera en los cortafuegos donde pensábamos cazar de mañana.
A pesar de no cazar en la finca donde se daba el gancho acudimos a comer al cortijo para dar cuenta de todos los víveres que se habían comprado para la ocasión. Al entrar en el patio el edificio  impresiona por lo grande y cuidado que está. Espero una reunión de gente encorbatada y unas paredes repletas de trofeos de cercón. Imagino paredes atestadas de “bocas” y cuernas medallables de las que se consiguen con la cartera. Por suerte me equivoqué y como lo celebro, el pabellón de caza que hacía las veces de comedor estaba adornado con viejos enseres campesinos y algunas cuernas representativas. Muebles antiguos perfectamente conservados y un hogar encendido con buena leña de encina. Los dueños resultan ser gentes sencillas y camperas que derrochaban amabilidad, nos trataron como invitados de lujo. Los demás cazadores como cualquiera de nosotros saben destripar gorrinos. Como no va a estar uno a gusto, las chuletas, los embutidos y los aperitivos ponen la guinda que falta a tan esplendido yantar. Y el vino no olvidemos que estamos en tierra de excelentes caldos.
Tras la sobremesa un poco antes del ocaso nos subimos a la sierra y nos sentamos en los puestos.
EL CORTAFUEGOS.
Nada más llegar veo las pisadas de un animal de respetable porte. Vestidos con toda la ropa de abrigo que llevamos nos sentamos mi hijo y yo en un lado del cortafuegos de unos ocho metros de anchura. Un tiradero corto, habrá que andar espabilado o entrarán y no nos daremos ni cuenta. El frío se hace notar y alerta mis sentidos en toda su plenitud, en pocos minutos estamos bien colocados y confundidos con la vegetación. Llevo mono y rifle prestado, un Blaser .30-06 Sprg. con culata sintética que a pesar de ser un arma magnifica a mi me parece una carabina de perdigones. Acostumbrado a mi largo y pesado rifle a decir verdad me inspira poca confianza. Es igual si aparece un cerdoso pienso tomarle bien los puntos y dejarlo sentado para arrastrarlo cuesta abajo y hacer con él un buen guiso.
Con el ánimo por las nubes por lo tomada que está la finca escucho al Gran Duque elevar su canto a la noche dándome la bienvenida. Ululando desde su atalaya la enorme y heráldica rapaz nos saluda nos reconoce como predadores montunos y nocturnos. Calla pronto para no delatarnos mi respeto hacia él obra el milagro de la camaradería. Repaso mentalmente mis propósitos para el recién estrenado año y recuerdo que el primero que  me hice no voy a ser capaz de cumplirlo. Estaba decidido a dejar el foro, a estas alturas ya me aburre andar diciendo lo mismo y gastar el tiempo en escribir largas réplicas que casi nadie lee. Mientras los aportes científicos apenas se miran, parece que a la gente le interese mucho más ver fotos que ilustrarse y aprender sobre el jabalí. Pero después de meditarlo bien he decidido quedarme. El tauteo de un zorro me saca de mis pensamientos para dedicarle uno a él. < Maese raposo puede entrar que estará seguro más si un día me viera armado con arco en lugar de rifle no le prometo nada>.
 Ruidos a mi izquierda, muy cerca a menos de diez metros sin duda los cochinos. Con el aire que sopla desde arriba no pueden descubrirnos pero están tan amoscados como para no romper a lo limpio. Trasiegan tras las enormes matas sin atreverse a dar la cara pues intuyen un enorme peligro. No se equivocan mi hijo los llega a tener a tres metros, soplando y tomando aires para tratar de descubrir que son aquellos dos bultos estáticos e informes que han crecido en la mancha de un día para otro. Al rato se escucha otro cochino, quizá mayor por su discreta entrada que ubico unos seis metros frente a mí. Silencio, media hora o quizá más de espeso, tupido y gélido silencio en el que mi hijo comienza a dar síntomas de frío. A sabiendas de que un lance afortunado le compensará con creces el sufrimiento decido aguantar, somos al menos siete posturas y no conviene alertar a los cochinos.
Vuelven los visitantes a la misma mata, el aire arrecia y la noche estruja el frío para hacernos desistir de nuestro empeño de llevarnos  a uno de sus hijos con nosotros. Soplidos, aspiraciones y hasta gruñidos. Carreras y silencios para escuchar pero de romper a lo limpio nada. Suena un disparo a mi derecha, cálculo que a quinientos metros, chillidos de cochina y de nuevo silencio. Los de “tras la mata” ni se inmutan, siguen con su jaleo pero sin atreverse a salir. Otro tiro y al rato un coche sube a por el cazador que ha tirado y pido la recogida, mi hijo ya comienza a preocuparme y los  guarros no creo que den la cara hasta que nos larguemos. Veinte minutos más tarde Gonzalo viene a por nosotros y montamos en el coche de Ángel, en diez minutos estamos recobrando el calor en la candela. Bebiendo, hablando, riendo y esperando que bajen la enorme, oronda y sana cochina que se ha conseguido abatir. Cuando la bajan se empeñan en fotografiarnos con ella y le damos el gusto, Aquiles toma posesión del animal como si fuera una presa suya. Otro día será chico.
La cena fue de antología y la vuelta al cortijo de casualidad. Gran velada que tardaré tiempo en olvidar. Mi chaqueta la encontraría al día siguiente y el móvil termino en el coche del hermano de mi amigo. 
ÁNGEL.
El día siguiente amaneció cubierto, con la nieve amenazando taparnos el suelo con su blando y esponjoso manto. Nos pusimos pronto a la tarea de recoger palomas zuritas para hacer una tirada. Zuritas semisalvajes criadas en el campo con las alas de un gavilán, el cuerpo de una tórtola tan escurridizas como anguilas. Cuatro amigos que apenas disfrutan de lo lindo aunque la gallinaza le llegue a los tobillos. Disfrutan de lo lindo y perdonan almuerzo y lo que haga falta para estar un rato juntos que por desgracia será demasiado breve.
 Con más de doscientas metidas cuidadosamente en cajas oscuras nos dirigimos hacia el tiradero y en menos de una hora ya estábamos todos metidos en faena. La organización fue perfecta se soltaron dando oportunidad de escapar para que no fuera una carnicería, todos tuvimos las mismas oportunidades y se remataron todas las cayeron heridas. Por mi parte disfruté más del trabajo de mi perro que las cobraba a la orden y demostró entrega y disciplina a raudales.  Resultaron ser muy bravas y encajaban los tiros de sexta como las torcaces. No es que escaparan muchas pero las que cogían el aire a favor se convertían en  auténticos reactores. Yo estuve más bien mediocre con la escopeta,  ya me lo esperaba. Sin pegar un tiro desde el verano y poniendo toda mi atención en no tirar bajo por estar entre la gente todavía revolqué alguna con cierto mérito. Acostumbrado a tirar solo sin peligro dejar entrar las palomas más de lo recomendable para tirar bien alto suele dar como resultado el “tragártelas con papas”.
Quién si las bajaba bien era mi amigo Ángel. Andaluz oriundo del pueblo que más guasa guarda en su gentilicio y que por qué no decirlo, simplemente precioso. Ángel es una persona especial en todos los sentidos, tiene ese porte enjuto y serrano de la gente que sabe de campo. Y una mirada a la vez tierna y noble que te conquista nada más estrecha su mano. Trata a los perros como a sus amigos igual que hago yo. Hoy luce un sombrero de ala ancha de camuflaje lo que le da cierto aire de un Cocodrilo Dundee sureño. Un máquina este Ángel. Sigue las trayectorias con sus ojos sin menear la cabeza más de lo imprescindible y Tira las palomas que fallamos sin importarle la distancia, retorciéndoles las plumas con el plomo del ocho. Arquero y gorrinero consumado y tirador excepcional cuenta con cuatro buenos perros para ayudarle en la caza.
Mi hijo si estrena ropa para la ocasión, faltaría más que los mínimos desahogos económicos de mi casa no fueran para él. Está un poco triste porque no puede disparar, quiere intentar bajar alguna paloma pero aún inexperto para dejar que dispare entre la gente. Ya habrá tiempo le digo, lástima que su infantil vehemencia no le permita asimilarlo. Aún así disfruta soltando palomas cuando llega nuestro turno y cuando le ayuda al amigo Alfonso con el que pasa un buen rato. Anda y que no está orgulloso de lo bien que trabaja su perro.
EL ADIOS.
Terminada la tirada, recogidas vainas y piezas nos recogemos en el cortijo y partimos hacia el de mi amigo. Allí entre todos compartimos risas, cervezas y comida hasta que quedamos hartos. La sobremesa fue corta porque había que volver a casa y el viaje se antojaba peligroso por culpa del tiempo como así fue. Mientras nos hacíamos fotos y repartimos la caza algunos se hacían cábalas de si sería capaz o no de embutir todos mis trastos en el coche. En peores trances se ha visto el lanrover, si vieran como lo cargo cuando voy de vacaciones propondrían a la marca una placa conmemorativa en mi honor.
 Todavía hube de acudir con Gonzalo a casa de su hermano al pueblo para recoger mi teléfono y escuchar la mayor verdad de todo el fin de semana. Quizá el destino me guardara esa última sorpresa y no olvidara el móvil por culpa del vino. Que dicho sea de paso no tiene ninguna y estaba sencillamente  cojonudo.
-Un placer LOBACO, ahora que ya sabes dónde estamos cuando tú quieras te dejas caer por aquí-.
-Si por mi fuera vendría a menudo pero estáis demasiado lejos-.
-¿Nosotros?, Que va tío el que estás lejos eres tú-.
Como no puedo dejar de darle al magín ni un solo segundo dando vuelta a esas palabras me despido de Gonzalo y me acomodo entre el ordenado galimatías de mi coche. <Y tiene razón que leche! Si por mi fuera viviría en “La Lobera” a varios tiros de piedra de aquí>.
De nuevo en ruta me alejo un tanto triste del lugar quizá contagiado por la agrisada tarde de invierno o quizá por el tiempo que ha de pasar para que vuelva a encontrarme con mis amigos. Menos mal que tengo a otros más accesibles con los que compartir ratos y flechas y quizá un día juntarnos todos en un grandioso fin de semana.
A todos los tengo a un golpe de mensaje del móvil y a los más allegados en un grupo en el que nos contamos nuestras cosas y compartimos nuestra vida a pesar de estar separados por cientos de kilómetros.
¿A ver si sois capaces de adivinar el nombre? Lo de SUPREMA ya no me coge en el título pero estoy por hablar con los del WatsApp para que me dejen un poco más de espacio. Ellos lo merecen.
Un abrazo a todos mis seguidores, amigos, compañeros y visitantes del foro.
LOBACO.
Primitivo, Atávico y Auténtico.
     

 
« Última modificación: Abril 06, 2015, 07:04:56 pm por LOBACO »

Desconectado eduardo

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Re:MEMORIAS DE UN ABORIGEN. Cabromochos de Calidad Suprema.
« Respuesta #1 en: Febrero 02, 2015, 04:57:13 pm »
Otro relato más para engancharme. Muy bien, pero ni se te pase por la cabeza dejarnos abandonados que todos los que aquí estamos tenemos nuestra función y nuestro granito de arena para aportar. Estaba en el cortadero junto a vosotros pero en el puesto de por debajo, que ''la pata'' no da para subir más. ::) Un fuerte abrazo, LOBACO. :)
Me dispuse a esperar a un macareno que no había dado palabra de acudir...

Desconectado Jack

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Re:MEMORIAS DE UN ABORIGEN. Cabromochos de Calidad Suprema.
« Respuesta #2 en: Febrero 02, 2015, 06:01:25 pm »
Que grande Lobaco!! Emocionante y emotivo relato. Sin duda refleja aquello que más quieres y ansia un lobo, caza, familia y amigos. Que más se puede pedir?

Un frío abrazo noruego, te daría uno cálido pero es que hoy hace un frío que pela, jajaja.

Desconectado Manuel

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Re:MEMORIAS DE UN ABORIGEN. Cabromochos de Calidad Suprema.
« Respuesta #3 en: Febrero 03, 2015, 10:00:41 am »
Que buenos valores tienes sobre la caza y como los transmites. El relato como siempre estupendo, y el findesemana que pasaste con tus amigos y tu hijo de los que dejan las capturas en un segundo plano.
Gracias por compartir tus escritos, y espero que esa idea de dejar el foro ya se te haya pasado por completo.
Un gran saludejo compañero.

Desconectado Buhogris

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Re:MEMORIAS DE UN ABORIGEN. Cabromochos de Calidad Suprema.
« Respuesta #4 en: Febrero 03, 2015, 10:34:41 am »
¡Genial Lobaco!  :D
Aunque esta vez no pudo ser,estoy seguro que no tardaremos en organizar otro encuentro similar,para estrechar esos lazos de amistad,que van creciendo dia a dia,amparados bajo el manto de este foro.Me alegra sobremanera,que los asistentes disfrutarais del encuentro y te agradezco enormemente,que te hayas tomado la molestia de contarnoslo  :).Un fuerte abrazo para todos los cabromochos  ;).
"No subestimes a tu presa y prepara su caza,como el mayor de los retos"

Desconectado Jmako

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Re:MEMORIAS DE UN ABORIGEN. Cabromochos de Calidad Suprema.
« Respuesta #5 en: Febrero 03, 2015, 01:15:52 pm »
LOBACO, peazo relato, más puesto sentinental y toooo    :'(. Un saludo

PD: Lástima no poder ir  >:(ahhh ...recuerdos a Ernesto  :)

Desconectado levante

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Re:MEMORIAS DE UN ABORIGEN. Cabromochos de Calidad Suprema.
« Respuesta #6 en: Febrero 03, 2015, 02:45:44 pm »
Estupendo se me cansa el dedo de darle hacia arriba a la pantalla del móvil  pero lo he conseguido leerlo jenial .comprare una tables jijij.un saludo

Desconectado arriero

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Re:MEMORIAS DE UN ABORIGEN. Cabromochos de Calidad Suprema.
« Respuesta #7 en: Febrero 03, 2015, 03:12:07 pm »
Y yo que puedo decir!!! No llegué a imaginar que con el cachondeo del wasap encontraria a unos AMIGOS tan importantes para mi, y que con una alegría que me la transmiten todos los dias; tanto en lo bueno como en lo malo.
  Sentirme Orgulloso es poco, no se como espresarlo.
Un auténtico placer el poder acogeros en mi humilde casa. Lástima de no poder atar bien las cosas en ese momento; aunque no salió del todo mal. Y nos faltaron gente muy importantes para nosotros. Verdad?

Solo decir una última cosa: ESOS CABROMOCHOS BUENOOOOS!!!

Gracias amigos.
« Última modificación: Febrero 03, 2015, 03:15:03 pm por arriero »

Desconectado adol

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Re:MEMORIAS DE UN ABORIGEN. Cabromochos de Calidad Suprema.
« Respuesta #8 en: Febrero 03, 2015, 06:40:49 pm »
Autentico este Lobaco, habra que arreglarlo para la proxima.
Si abates la mitad de lo que tiras, eres muy bueno, pero si tiras, solo, a lo que puedes abatir, eres de lo mejor.
La caza, la pesca y cuidar nuestro entorno, son nuestras herencias, respetemoslas.

jose338wm

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Re:MEMORIAS DE UN ABORIGEN. Cabromochos de Calidad Suprema.
« Respuesta #9 en: Febrero 03, 2015, 06:45:05 pm »
Da gusto tener gente asi en los foros.

LOBACO

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Re:MEMORIAS DE UN ABORIGEN. Cabromochos de Calidad Suprema.
« Respuesta #10 en: Febrero 03, 2015, 07:41:50 pm »
Gracias Eduardo por compartir puesto con nosotros espero te hayas reconocido pues tienes parte en la dedicatoria, algún día quizá bebamos el mismo aguardiente, comamos la misma carne y compartamos el mismo puesto.
Espero sea pronto amigo.


Recojo tu cálido abrazo Jack, ten por seguro que por mucho frío que haga y por lejos que andes de aquí estamos tan cerca como para compartir unos risas y un buen rato.


Manuel con esta gente los resultados son lo de menos, el disfrute va por otro lado y si además hay caza pues mejor. Recuerda que en la próxima caldereta te esperamos.


Buhogris, fue una pena que la mitad de los CABROMOCHOS no pudierais asistir porque si nos juntamos los ocho montamos barricadas y tomamos la sierra, con dos cojones.
Que voy a decirte ya que no sepas, nos vemos pronto.


Jmako si fue una lástima espero cuadre la próxima vez, espero que pronto. Ernesto bien preguntale a su pareja.


Levante ya puedes modernizarte macho que no te veo desde hace tiempo y tenemos muchas de las que hablar.


Tu casa amigo arriero no tiene nada de humilde, puede ser más o menos espaciosa pero su grandeza no se mide en m2 sino en la gente que la habita y la tiene por arrobas.
No hace falta que digas nada, solo esperar que a la próxima podamos estar todos. ¿Importantes? yo diría imprescindibles-


Adol eres el único que no tiene el invento ese del wattsApp y casi que te entiendo  porque perderías pronto las huellas digitales pero aún así y todo ya sabes que cuento contigo.< El aire separa el polvo de la paja y en la era queda el grano> Ahí queda eso, lo has pillao a la primera.


Jose338wm aún siendo recién llegado se nota que tienes interés y lo celebro hace falta gente inteligente y respetuosa en los foros que para tarugos ya tenemos a los políticos.
La frase que el otro día te cité era para hacer una chanza de lo que aquí sucede. También los políticos hacen lo que quieren porque les dejamos, pero el día que nos cansemos se van a cagar.
Te doy la razón da gusto tener gente como vosotros en el foro.


En cuanto a mí seguiré como hasta ahora aportando lo poco que sé y compartiendo con vosotros mis memorias.
Mi planteamiento vital seguirá siendo el mismo:





Os quiero.
Pero como amigos eh!

Desconectado Carpintero

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Re:MEMORIAS DE UN ABORIGEN. Cabromochos de Calidad Suprema.
« Respuesta #11 en: Febrero 03, 2015, 10:52:32 pm »
Enhorabuena Lobaco a sido un relato genial  me a gustado mucho ya e visto  que tuvisteis un fin  de semana de caza y amigos estupendo  eso que as comentao de dejar el foro tio quita telo de la cabeza a qui estamos muchos que te aprecimos  mucho  un saludo

Desconectado garrofa

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Re:MEMORIAS DE UN ABORIGEN. Cabromochos de Calidad Suprema.
« Respuesta #12 en: Febrero 04, 2015, 08:39:09 pm »
 Diferente manera de entender la caza y hoy en día difícil de encontrar.Buena caza.

Desconectado JUANFRAN

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Re:MEMORIAS DE UN ABORIGEN. Cabromochos de Calidad Suprema.
« Respuesta #13 en: Febrero 06, 2015, 01:20:49 pm »
Me he leido tu relato dos veces.  Hace unos cinco o seis días y, de nuevo hoy.  Creeme que tenía mala conciencia de no haber hecho mi acostumbrado comentario y me he dicho ¡de hoy no pasa!.  Pero el tiempo transcurrido ha hecho que los compañeros hayan  utilizado ideas que yo hubiera mencionado, aquí y ahora, y que comparto por entero.  El foro lo componemos un determinado número de personas, algunas absolutamente imprescindibles.  Tu, lobaco, eres de las imprescindibles, así que olvida tu deseo de abandonar la nave y piensa en la cantidad de huéfanos lectores que dejarías tras esa decisión, que, por otra parte,  entiendo que hayas tenido.  En cuanto a lo narrado, su folosofía inherente, el canto a la amistad y a las buenas prácticas venatorias.... cada día mejor, ya casi entrando en territorio de lo sublime.  Ya empiezas a ocupar, por mérito propio, un lugar destacado entre mis autores "de cabecera" y eso, no te creas que se lo digo a todo el mundo.   Aunque, bien es cierto, en este foro hay escritores de enjundia que no voy a citar por temer dejarme en el tintero a alguno.    La pregunta pertinente es:  ¿Hubieras renunciado a ese magnífico ambiente, en compañía de tus cabromochos, a cambio de un par de colmillos, aunque fueran muy buenos?.  La respuesta nos la sabemos todos de memoria .  Pues piensa que lo mismo nos pasaría a muchos si, por cuestiones que entiendo te asalten, nos dejaras en el orfanato.  Del primer lobaco que escribía a éste hay un largo camino recorrido para bien (tuyo y de los foreros) y eso debes aprovecharlo querido amigo.       

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Re:MEMORIAS DE UN ABORIGEN. Cabromochos de Calidad Suprema.
« Respuesta #14 en: Febrero 06, 2015, 09:23:22 pm »
bueno amigo, faltaba yo por darte la enhorabuena,
muy chulo si, estar entre amigos que se entienden con pocas palabras, (no es el caso del wasap)
es algo que te llena de satisfacción,me encanta que te lo pasaras bien y no por el echo de cazar
y por otro lado lo envidio ya sabes, quizás en un  futuro, no? 
solo me gustaría saber lo que no se