Confirmada multa 1.350 euros por la caza ilegal de jabalíes
La Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia (TSJRM) ha confirmado la resolución de la Consejería de Agricultura que impuso una multa de 1.350 euros y la retirada de la licencia durante un año a un cazador por la práctica ilegal de la caza de jabalíes en una finca ubicada en Alhama.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, indica que el expediente abierto contra el recurrente recogía también que este cazador se había ocupado de colocar cebos para atraer a estos animales, con maíz, cebada y almendra, así como de hacer esperas nocturnas.
Al desestimar el recurso, la Sala recoge una serie de pruebas que acreditan la participación del apelante, junto con un amigo, en los hechos por los que fue sancionado.
Así, expone que no resulta creíble que su compañero de cacería argumentara que si dejó el coche en la finca toda una noche fue como consecuencia de que se había quedado sin gasolina, cuando, al día siguiente, al acudir a la misma con la Guardia Civil, se comprobó que el mismo arrancaba y tenía carburante.
Para los agentes de la Benemérita, como para los magistrados, tampoco es verosímil que, en su caso, dijera que si él también dejó su vehículo allí fue porque había perdido las llaves.
La Sala es concluyente al indicar que nada justificaba su presencia en la finca, que es refugio de fauna, dado que no es propietario de ninguna parcela en la zona, no está autorizado a cazar allí, además de estar expresamente prohibido y no tenía autorización del propietario de la misma.
La sentencia, que tienen como ponente al magistrado Indalecio Cassinello, comenta, así mismo, que "está acreditado que a ambos cazadores les gusta la caza del jabalí en la modalidad de aguardo nocturno".
Tampoco se olvida de recoger que durante la inspección realizada por la Guardia Civil el uno de julio de 2008 se comprobó que en el armero del recurrente faltaba una de las ocho armas que posee:seis escopetas y dos rifles, que cuatro días después volvió al mismo.
Esto hace decir a la Sala que "sospechamos que, al igual que el resto de material intervenido, la escopeta quedó escondida en el monte, no lográndose su localización durante la inspección realizada por los agentes en la noche del 30 de junio ni en la mañana del uno de julio".
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